Las patatas bravas nacieron en Madrid, en los años 60 del siglo pasado. Sin embargo, pronto ya las encontrabamos como tapa o ración de cualquier restaurante de España. Eso sí, si en el momento de su creación teníamos una receta establecida, ahora ya no... Cada restaurante y cada lugar ha hecho su propia versión de las patatas bravas, a cada cuál más deliciosa. Por eso, a continuación buscamos hablar de las mejores patatas bravas de España. Tú decides qué versión te gustará más...
Las 10 mejores patatas bravas de España
1. Las Bravas (Madrid)
En Las Bravas de Madrid podríamos decir que nació "la receta original de la salsa brava". Se trata de un bar con mucha historia que nació en 1933 como un taberna de vinos y licores, sin embargo, tras la Guerra Civil, se convirtió en una taberna de tapas y raciones. Más tarde, a comienzo de los años 50 comenzaron a elaborar esa salsa "brava" por ser picante y la empezaron a poner en las patatas que ponían a sus clientes, y así surgiría esta receta. A partir de este momento no han dejado de servir esta versión tan popular.
2. Docamar (Madrid)
En segundo lugar, tenemos el restaurante madrileño Docamar, también experto en hacer las mejores patatas bravas desde 1963. Como no, como ocurre con todos los restaurantes que hacen patatas bravas de calidad, guardan el secreto de la receta para mantener la autenticidad y la originalidad de su plata. A día de hoy se trata de uno de los restaurantes más valorados de la capital española a la hora de disfrutar de unas buenas patatas bravas.
3. El Jubera (Logroño)
Curiosiamente, en Logroño son especialistas en hacer patatas bravas de calidad, concretamente en este restaurante en el que tienen dos versiones del plato. Por un lado, una versión sin picante que han llamado "las raras", y por otro lado, la versión "doble salsa".
4. Tondeluna (Logroño)
En Tondeluna tenemos una de las recetas más famosas de todas. Concretamente, es la receta de Sergi Arola aclamada por todos los críticos. Estas patatas estaban elaboradas con diversos estilos: la versión 100% brava, así como la versión mixta y la versión con alioli, destacando también la forma de cilindro que se le daba a la patata. Sin embargo, ahora mismo ya no se encuentra en la carta.
5. El Tomás de Sarrià (Barcelona)
En El Tomás de Sarrià encontramos "las mejores patatas bravas de Barcelona". Conocemos la receta gracias a los creadores: "cortadas con la irregularidad propia de las cortes hechos a mano" y de su elaboración hablan de el dorado "que nos ofrecen el aceite de oliva y el tiempo perfecto de fritura". En este caso, nos encontramos con unas "bravas mixtas" al darse una mezcla entre la salsa brava y la alioli.
6. Elsa y Fred (Barcelona)
En Elsa y Fred las bravas tampoco son "puristas", sino que también están mezcladas con salsa alioli. Se trata de unas patatas crujientes cortadas largas que combinan una salsa brava bastante suave con alioli, también suave, y cebollino picado.
7. Cañota (Barcelona)
En Cañota nos encontramos con unas patatas bravas que "nacieron por casualidad". Lo que ocurrió fue que un día, Juan Carlos Iglesias, su propietario, se llevó a su casa "patates de caliu" que habían sobrado en la cocina y se le ocurrió añadirles la salsa brava de Albert Adrià. Así surgió esta receta especial de patatas bravas, en este caso bastante picante.
8. Raussel (Valencia)
En Raussel tenemos una receta de bravas de más de 50 años. Se trata de una versión familiar. En primer lugar, utilizan un tipo de patata que es agria de la variedad vivaldi, que primero confitan a baja temperatura y luego ya a altas temperaturas para después freírlas. Luego les añaden alioli casero con pimentón, muy importante este último elemento puesto que tiene que ser de gran calidad. Y finalmente, su salsa brava…
9. Central Bar (Valencia)
En el Central Bar de Valencia las patatas bravas tienen nombre propio: patatas bravas Lourdes Luz. Se trata de una receta que consiste en lo siguiente: la salsa típica brava con el alioli y el pimentón, en este caso preferiblemente picante y no dulce.
10. Mesón de Gonzalo (Salamanca)
Finalmente, en Salamanca tenemos una de las mejores versiones de patatas bravas en el Mesón de Gonzalo. Su receta es distinta a las demás. Estas patatas llevan un colorante que las vuelve amarillas y van recubiertas de una salsa alioli. En definitiva llevan una "salsa especial, potente y muy cremosa".