En total se calcula que en España hay cerca de 1.700 plazas de toros. Si bien es cierto que la mayoría de ellas ya no se usan para torear y hacer exhibiciones, sino que tienen otros usos, debido a las prohibiciones. Sin embargo, algunos lugares de España aún siguen conservando esta tradición, como Madrid, Castilla y León o Castilla-La Mancha. Remontándonos a la historia de España, te hablamos de la plaza de toros que más antigüedad tiene.
Plaza de toros de Béjar
En Béjar encontramos el coso taurino más antiguo que se conserva en España, más conocido como la de La ancianita, que fue inaugurado en 1711. Se llama "coso" o "coso taurino"a la plaza de toros, sitio o lugar cercado, donde se corren y lidian toros y se celebran otras fiestas públicas.
Concretamente, esta plaza de toros se encuentra situada en el monte del Castañar junto al Santuario de la Virgen del Castañar, a dos kilómetros de Béjar. En cuanto a Béjar, se trata del núcleo de población más importante del sureste salmantino.
La historia de este coso taurino se remonta al siglo XVII y así lo sabemos gracias a la documentación existente. De hecho, la referencia escrita más antigua que se conserva es de un documento que se conserva en el Archivo Histórico Provincial de Salamanca datado el 20 de mayo de 1607 que hace referencia a un festejo taurino en la plaza mayor de la localidad salmantina.
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Siguiendo más adelante en la historia la Cofradía de la Virgen del Castañar junto con el Cabildo Eclesiástico de Béjar quisieron ampliar la ermita del Castañar y decidieron dotarla de un retablo a mediados del siglo XVII. Para financiar la obra, pensaron que sería buena idea construir una plaza de toros para "corrertoros de limosna" y así poder pagar la construcción.
Para ello, tuvieron que pedir permiso a la duquesa de Béjar que denegó la solicitud alegando que la situación económica de la localidad era muy mala debido a la guerra entre España y Portugal.
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Finalmente, tuvieron que esperar a 1711 para poder construir la plaza de toros de Béjar, tal y como conocemos a través del libro de cuentas de la Cofradía de la Virgen del Castañar, folios 11 y 12. Además, Los costes de la obra se detallaron en el acta del 30 de septiembre de 1712 y fueron de 4.334 reales de vellón, en parte sufragados por limosnas y donativos.
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Además, anteriormente el duque de Béjar prohibió realizar festejos taurinos entre 1667 hasta 1703. Sin embargo, poco tiempo después se permitieron, hasta que el 23 de junio de 1723 un Decreto de Felipe V prohibía las fiestas de toros en todo el reino. Finalmente, las fiestas de toros se retomaron en 1728.