Las vacaciones del verano 2020 se han complicado y como ya sabemos, de entre todas las posibilidades, lo que destaca es la apuesta por el turismo nacional. De todos los lugares del territorio español, hay determinados lugares que son los favoritos por las familias españolas. Como destino rural favorito se encuentra Riaza, en Segovia. Los españoles lo han escogido como ese lugar tranquilo y natural en el que descansar y comer bien. Estas son algunos de los beneficios de estas localizaciones... Aquí te damos un listado completo de las razones para apostar por el turismo rural.
¿Qué es el turismo rural?
Se considera turismo rural a aquella actividad turística que se realiza en un espacio rural, o natural, habitualmente en pequeñas localidades que sean menores a los 1000 o 2000 habitantes. En este tipo de turismo cambiamos los hoteles y apartamentos por antiguas masías, cortijos y caseríos que seguramente han tenido que ser rehabilitados, reformados y adaptados.
Para mejor definición, acudimos a la Organización Mundial del Turismo, que nos habla del turismo rural como lo siguiente: "es un tipo de actividad turística en el que la experiencia del visitante está relacionada con un amplio espectro de productos vinculados por lo general con las actividades de naturaleza, la agricultura, las formas de vida y las culturas rurales, la pesca con caña y la visita a lugares de interés". En este sentido, se establece que las actividades de turismo rural se desarrollan en entornos rurales que tienen que cumplir con las siguientes características:
- Baja densidad demográfica
- Paisajes y ordenación territorial donde prevalecen la agricultura y la silvicultura. Este último término tiene que ver con cultivo, el cuidado y la explotación de los bosques y los montes.
- Estructuras sociales y formas de vida tradicionales
Razones para apostar por el turismo rural
1. Espacios amplios libres de masificaciones
En primer lugar, hay que tener en cuenta que lo que más asusta de las vacaciones este verano tiene que ver con las masificaciones por la posibilidad de contagios y rebrotes de COVID-19. En este sentido, lo más lógico sería acudir a una zona tranquila que no esté muy habitada, siempre y cuando tomemos todas las preocupaciones necesarias puesto que hay que tener en cuenta que si vamos a una zona despoblada, no podemos correr el riesgo de poner en peligro la salud de su escasa y sana población.
2. Posibilidad de hacer actividades físicas
Hay que tener en cuenta las secuelas propias del confinamiento. Y es que después de tantos meses encerrados en casa con una movilidad escasa o nula, resulta muy importante volver a poner en marcha a nuestros cuerpos y sus musculaturas. Estas vacaciones rurales son una muy buena forma de ponernos una serie de objetivos con nosotros mismos, de volver a nuestras metas. De esta forma, podemos organizar una ruta de senderismo con amigos, pareja o familiares.
3. Buena gastronomía
Otro de los puntos positivos de las zonas rurales es la buena gastronomía. La vida no es la misma en la ciudad que en el campo y ello repercute en la forma de comer. En la ciudad, el estrés lleva a comer de una forma más "rápida", sin embargo, en el campo los platos se cuidan mucho más. Todo está hecho con mucho más cuidado, tranquilidad y mimo. Por ejemplo, no es lo mismo comer una fabada en un restaurante cualquiera de Oviedo (aunque seguro que será un plato de calidad) que en un restaurante rural de un pueblo recóndito de Asturias.
4. Ausencia de contaminación
Si bien es cierto que el confinamiento ha traído un descenso de la contaminación en las ciudades, esta situación ya ha vuelto a revertirse. La "nueva normalidad" vuelve a traer a los coches en las carreteras, los atascos, el bullicio, el ruido... Aumenta la contaminación en el aire, así como la lumínica y así como la acústica.
Esta situación en los pueblos se ve mucho más reducida... De hecho, en las zonas rurales será en los únicos lugares en los que por la noche se puedan avisar las estrellas durante una noche despejada de verano.
5. La cultura del mundo rural
La cultura rural tiene características propias, que le otorgan su identidad y su modo de vida. Si vamos a un pueblo aportado de Galicia, tendremos la oportunidad de conocer su cultura en su estado más puro y de la misma ocurre con Asturias, País Vasco o cualquier otra comunidad. En general, el mundo rural al ser la forma primitiva de organización social mantiene una serie de intereses pegados a la tradición: una actitud comunitaria y abierta con la tierra, las costumbres como normas y la memoria oral, entre otros muchas características.
6. Mejor climatología
Otro factor muy importante es la climatología. Tanto en los pueblos costeros del norte como en los pueblos de interior (sobre todo en Castilla y León) es muy probable que durante las noches necesites una chaqueta o una sudadera. Las temperaturas pueden ser elevadas durante el día, pero descienden radicalmente durante la noche. Esto puede ser un gran aliciente para, por ejemplo, andaluces, valencianos, murcianos o madrileños hartos de pasar calor.