En España, las tareas domésticas no suelen gustarnos, pero es una labor no solo necesaria, sino importante. Una de las tareas de limpieza que más pereza suele dar es la de limpiar las ventanas, sobre todo las persianas. Y es que estos elementos son de los primeros en ensuciarse por estar instalados de cara al exterior.
Tener las ventanas limpias no solo aporta beneficios para la salud, sino que evitarás esa visión de suciedad que verán los demás desde la calle. Además, también es importante elegir el momento perfecto puede limpiar las persianas. ¡Descubre todos los detalles a continuación!
Trucos para limpiar las persianas de tu hogar
Para no tener que invertir muchas horas de limpieza ni cientos de euros, te mostramos unos cuantos trucos caseros que te facilitarán la tarea a la hora de limpiar las ventanas de tu hogar. ¡Toma nota!
1. Solución limpiadora
Para conseguir una fórmula limpiadora y muy eficaz, solo tienes que mezclar una parte de vinagre blanco con tres de agua caliente y mezclarlo muy bien. Si no quieres que huela tanto a vinagre, puedes añadir unas gotitas de limón o lima.
También puedes conseguir otro limpiador muy eficaz mezclando 2 tazas de agua, media cucharadita de detergente líquido y 3 cucharadas de vinagre blanco. Introduce cualquiera de estas dos mezclas en un bote con pulverizador y podrás limpiar las ventanas prácticamente sin esfuerzo.
2. Filtro de café
No es necesario que compres trapos ni bayetas especiales para limpiar las ventanas de casa, ya que puedes aprovechar los filtros del café para hacerlo, evitando así rayones y manchas.
Otro pequeño truco para limpiar los cristales es hacerlo realizando movimientos horizontales en el interior y movimientos verticales en el exterior. De este modo, no quedarán manchas ni rayas, y si queda alguna, sabrás qué lado tienes que repasar sin desesperarte buscando el origen de la marca.
Cómo limpiar los diferentes tipos de persianas
Las persianas, al igual que los cristales, suelen ensuciarse bastante a menudo, sobre todo en la temporada otoño-invierno debido a las inclemencias del tiempo. Durante este periodo, las persianas del hogar acumularán mas suciedad, y sabemos bien que limpiar las persianas enrollables es una de las tareas más engorrosas dentro de la limpieza del hogar.
Y todavía es peor la limpieza exterior de las persianas, por eso, te recomendamos llevarla a cabo cuando llegue la primavera o el verano, así permanecerán limpias por más tiempo. Pero recuerda, lo primero y fundamental a la hora de limpiar las persianas es tu seguridad.
También debemos tener en cuenta el material de las persianas. Por ejemplo, las enrollables pueden ser de madera, de PVC o de aluminio. Y es que no es lo mismo limpiar persianas de aluminio que de PVC, pues las lamas de estas últimas se irán desgastando con el paso del tiempo y el sol, de modo que se tornarán más porosas y penetrará la suciedad con mayor facilidad.
En cuanto a las persianas de madera, su limpieza dependerá del tipo de madera y del desgaste de las lamas. De hecho, en algunos casos al terminar de limpiar las persianas, será conveniente darles una capa de barniz en el exterior.
Existen persianas de infinidad de colores, pero sin duda, las blancas son las más laboriosas de limpiar. En cualquier caso, todos estos materiales se pueden limpiar solo con agua limpia y un chorrito de jabón neutro. Para la suciedad más difícil, puedes utilizar una vaporeta o algún producto específico que no sea abrasivo.
Cómo limpiar persianas muy sucias por fuera
Para proceder a limpiar una persiana muy sucia por fuera, lo primero será tener acceso a ella sin poner en peligro nuestra integridad física. Si es así, baja la persiana, pero no del todo para que las lamas queden abiertas y se vean las ranuras que hay entre ellas. Esto ayudará a limpiar mejor la suciedad acumulada dentro de esas ranuras.
A continuación, cepilla muy bien la persiana desde el exterior con un cepillo de cerdas blandas y de arriba a abajo para desprender bien toda la suciedad acumulada. Después, aspira toda la persiana, tanto por dentro como por fuera, para recoger todos los restos de suciedad.
Es el momento de pasar una bayeta humedecida con agua y jabón neutro siguiendo el mismo sentido que antes. Aclara muy bien la bayeta de vez en cuando para eliminar la suciedad hasta que esté completamente limpia, y seca después la persiana con un trapo seco de algodón. No la enrolles hasta haber limpiado también la parte interior de la persiana.
Si no tienes acceso al exterior de las persianas de tu hogar, puedes pedir ayuda a un profesional, pero también existe una solución muy sencilla: desatornillar el cajón donde están enrolladas las persianas para proceder a su limpieza.
Una vez abiertos dichos cajones, cepilla, aspira y limpia cada cajón de todas las persianas por dentro. Después, cepilla, aspira, limpia y seca lama por lama cada una de las persianas de tu hogar. Recuerda que tendrás que ir enrollando poco a poco la persiana y cepillando bien las ranuras entre las lamas, ya que es ahí donde más suciedad se acumula.
Cuando las persianas estén limpias por fuera, procede a limpiarlas por dentro. Para ello, basta con aspirar y limpiar lama por lama con una bayeta o esponja ligeramente humedecida con agua y jabón neutro. Realiza la limpieza comenzando por la parte superior, así evitarás desplazar la suciedad por toda la persiana.
Recuerda secar muy bien las persianas con un trapo seco de algodón y vuelve a enrollarlas y desenrollarlas para comprobar que funcionan bien. Vuelve a colocar la tapa de los cajones de las persianas y… ¡Listo!, tus persianas estarán limpias por fuera y por dentro. Por último, limpia las persianas de tu hogar al menos una vez al año a modo de mantenimiento.