La palabra española 'abril' es uno de los doce términos que se encuentran asignados a los doce meses del año (enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre). ¿Nunca te has preguntado por qué los meses del año se llaman así y no de otra manera? y sobre todo, ¿por qué hay tanta similitud en esta designación entre los idiomas europeos? De tal forma que, al igual que hemos explicado el origen de palabras populares como 'olé', a continuación buscamos dar una explicación al origen etimológico de la palabra 'abril' y a su significado.
¿De dónde viene la palabra 'abril'?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que en los inicios del calendario, únicamente había diez meses: marzo, dedicado a Marte, dios de la guerra, arma de conquista; abril, cuando abre la primavera; mayo, consagrado a Júpiter, deidad suprema; junio en honor a Juno, hermana y esposa de Júpiter; julio, antes quintilis y más tarde ofrecido a la memoria del emperador Julio César; agosto, porque el soberano Augusto lo tributó a su nombre; septiembre, séptimo; octubre, el octavo; noviembre, noveno; y diciembre, décimo.
Sin embargo, la suma de días del calendario juliano no coincidía con el ciclo astronómico. Para solucionar este problema lo que se hizo fue adaptar el calendario al modelo egipcio que consistía en años de doce meses que sumaban 365 días, y años bisiestos con 366. Para arreglarlo, se tuvo que añadir dos meses: enero (era Ianuro, en honor al dios Iano) y febrero (dedicado a Plutón o Februo, para que este aplacara sus iras)
Como podemos ver, la mayoría de los meses del año hacen referencia a un dios o un referente histórico. Enero a Ianuro; febrero a Februo; marzo a Marte; junio a Juno; julio a Julio César; agosto a Augusto... ¿Qué pasa entonces con meses como abril?
Con respecto al origen del mes de abril, tenemos dos grandes teorías: La primera es que viene del verbo latino 'aperire' (abrir), y que se denominó así a este periodo porque es el mes en el que estalla la primavera y la tierra se 'abre'. Hablamos de una apertura metafórica, de una salida a la luz de la naturaleza y todo su esplendor (las flores, las plantas...). La segunda teoría vincula el origen etimológico de 'abril' con la palabra griega a 'aphrós', que haría referencia a la diosa Afrodita (del sexo y de la pasión), muy relacionada con la primavera.
En cualquier caso, el origen que recoge la RAE es el siguiente: "Del lat. Aprīlis." Con los siguientes significados: "Cuarto mes del año, que tiene 30 días"; "Primera juventud. El abril de la vida"; "Hermosura, lozanía, gracia"; "Años de edad de una persona joven. Solo tiene veinte abriles".