En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) el apellido más frecuente y que destaca por encima del resto es García, con nada menos que 1.462.696 personas en España. Sin embargo, hay que tener en cuenta que en España las personas no solo cuentan con un apellido, sino con dos. Sin embargo, ¿sabes por qué los españoles tenemos dos apellidos y en el resto de los países solo uno? Para conocer la razón de esta curiosidad, nos tenemos que remontar en la historia.
El origen del "doble apellido" en España
Según explicó a laSexta, Antonio Alfaro, el presidente de la Asociación de Genealogía Hispana (Hispagen), ya en el siglo XVI, el sistema del doble apellidos comenzó a extenderse entre las clases altas de Castilla, pero "no se consolidó en el resto de España" hasta el siglo XIX. Antonio Alfaro cuenta que el sistema de doble apellido era al principio una herramienta para diferenciar a la población. "La Administración se percata de que es mucho más sencillo controlarnos con el sistema del doble apellido". De esta forma, se fue instaurando y en 1833 ya era muy común, aunque no estaba regulado todavía.
Fue en 1889, con la creación del primer Código Civil español, cuando se estableció el uso oficial de este sistema por el que todas las personas tendrían el apellido materno y paterno. El artículo 114 de este Código Civil recogía que "los hijos legítimos tienen derecho a llevar los apellidos del padre y de la madre". Lo que primero surgió como una herramienta administrativa, terminó por ser algo obligatorio. Según Alfaro, servía para identificar "de una forma eficaz y fiable a los españoles".
Durante mucho tiempo, el orden de los apellidos tenía que ser primero el apellido paterno y luego, el apellido materno. Sin embargo, actualmente, en España, se puede elegir el orden de los apellidos, con lo que el primero puede ser el del padre o el de la madre.
Como dato curioso, en otros países como en Portugal, el Código Civil también permite utilizar los dos apellidos, aunque suelen escribirse en orden inverso, primero el de la madre y después el del padre. De la misma forma, en Italia tradicionalmente se utilizaba únicamente el apellido del padre. Sin embargo, desde 2016 la ley permite poner los dos apellidos.
Por otro lado, en Francia hay un movimiento (Porte mon nom) para que los recién nacidos reciban ambos de forma automática. Y en Suecia, también se pueden ambos. Además, ante la falta de acuerdo de los progenitores, prima en exclusiva el de la madre.
Hay otros países que todavía no han instaurado este sistema, y que puede que no lo hagan nunca. Por ejemplo, en Alemania, igual que en Reino Unido y Turquía, entre otros, los matrimonios suelen adoptar el apellido del hombre para ambos y, por tanto, también para los hijos. Algo parecido ocurre en Japón o China, así como en Estados Unidos, donde las mujeres no pierden el apellido de solteras y pueden optar por transformarlo en su segundo nombre.