Los gatos son animales complejos y la segunda mascota favorita en España por detrás de los perros, pero también son uno de esos mejores compañeros de vida e incluso animales terapéuticos. Y no solo nos referimos al cariño que estos pequeños animales peludos pueden demostrarnos día a día, sino también a los beneficios que puede suponer su propio ronroneo.
Sí, has leído bien. Diversos estudios científicos han demostrado que el ronroneo del gato tiene muchos más beneficios para los humanos de los que te imaginas, tanto en el plano físico, como en el emocional y en el afectivo. ¿Quieres saber más? Te lo contamos.
¿Por qué ronronean los gatos y qué efectos tiene?
Si tú tienes uno de estos adorables felinos en casa, sabrás que los gatos pueden llegar a pasarse el día entero ronroneando. Este es un sonido o zumbido casi hipnótico muy particular que suele estar entre los 20 y los 40 Hz y con el que los felinos llegan a tranquilizarse a sí mismos, algo que se ha demostrado por ejemplo en el caso de las gatas durante el parto, las cuales no dudan en ronronear para aliviar el dolor y relajarse. También es un sonido que utilizan para expresar bienestar, para regular el estrés o incluso para comunicarse con nosotros cuando tienen alguna necesidad que dependa del ser humano.
El ronroneo en definitiva es la manera que tienen los gatos de exteriorizar tranquilidad y felicidad, una serenidad y felicidad que también son capaces de transmitir a los humanos.
Estos son los beneficios del ronroneo del gato en las personas
Reduce la tensión muscular: La ansiedad y el estrés durante un tiempo prolongado pueden llegar a provocar agarrotamientos, tensiones musculares y dolores físicos. El ronroneo es un gran aliado para la reducción o incluso eliminación de ese estrés, por lo que con ello también disminuyen esos dolores y tensiones musculares. No solo nos ayuda a relajarnos mentalmente, sino también físicamente, relajando nuestras articulaciones.
Un gran aliado contra la depresión: La depresión suele ser resultado en parte, de un proceso de ansiedad prolongado en el tiempo. Así que gracias a que el ronroneo ayuda a relajarnos y a abandonar poco a poco ese estado de ansiedad, también se convierte en un gran aliado contra la depresión. En todo este proceso también tiene un papel principal el incremento de la serotonina, una hormona que estimula nuestro cerebro de forma positiva aumentando el sentimiento de felicidad y que se produce a raíz de escuchar ese ronroneo. Todo esto sumado por supuesto, al cariño y compañía que un gato puede demostrarnos diariamente durmiendo a nuestro lado o simplemente recibiendo tus caricias.
Reduce la probabilidad de sufrir un ataque al corazón: Otro de los datos curiosos que los científicos han extraído de diversos estudios médicos recientes, es que el riesgo de morir de un ataque al corazón y de otras enfermedades coronarias es menor en el caso de las personas que conviven con un gato en casa. Algo a lo que también se han sumado los estudios de la Universidad de Minnesota, los cuales también han demostrado que en el caso de los pacientes que habían sufrido enfermedades graves del corazón y que vivían con un gato en casa, tenían una mejor recuperación y supervivencia, que los que no convivían con un felino.
Favorece la salud de nuestros huesos: Los especialistas aseguran que los gatos ronronean con una frecuencia sonora que suele estar entre los 25 y los 40 hercios, la misma onda que emplea la tecnología aplicada en la rehabilitación de fracturas óseas. Por lo que el ronroneo diario de tu gato también puede ayudar a mejorar la salud de tus huesos e incluso ayudar a mejorar la movilidad de las articulaciones.
Reduce la presión arterial y te relaja: Al igual que el sonido de las olas del mar o de la lluvia puede ayudar a relajarnos, también el ronroneo tiene esta capacidad relajante. Se trata de un estímulo relajante capaz de ayudarnos a dejar a un lado la ansiedad y el estrés y que también contribuye a reducir la presión arterial. Los momentos de juego y caricias también son una parte fundamental para distraernos de las preocupaciones y fomentar las emociones positivas en nuestro día a día.