Las tortugas también figuran dentro de la lista de los animales más populares en la mayoría de familias españolas por detrás de los gatos y los perros. Una de las principales razones, es que tanto las tortugas de agua como las de tierra, son animales especialmente recomendados para las personas alérgicas a los pelos de los gatos y los perros, junto con la lista de gatos que no dan alergia. Un tipo de mascota exótica, independiente y capaz de transmitir calma y tranquilidad, sobre todo a esas personas que sufren de estrés o tienen un ritmo de vida demasiado acelerado.
Así que, si por alguna de estas razones o simplemente porque te apasiona este animal, estás pensando en adoptar una tortuga y no sabes si decidirte por una tortuga de agua o una de tierra, en este artículo te presentamos algunas de las diferencias más destacadas entre ellas. Toma nota.
Principales diferencias entre las tortugas de agua y de tierra:
Su hábitat
Tanto las características físicas de las tortugas como sus diferencias, están muy ligadas al lugar en el que habitan. Por un lado, las tortugas terrestres pueden vivir en una gran variedad de hábitats que van desde desiertos, a bosques tropicales húmedos. Por el contrario, las tortugas de agua necesitan tener agua cerca y buena parte de su vida se la pasarán dentro de ella, pero no necesariamente tienen que pasar toda su vida en el agua. De hecho, a menudo necesitan salir para respirar, tomar el sol o simplemente secar su cuerpo al aire libre. En el caso de las acuáticas, es posible hallarlas tanto en aguas dulces de lagunas, como en ríos, lagos, aguas saladas, en el mar o en regiones costeras. Aún a pesar de estas diferencias, todas prefieren los climas cálidos y templados para vivir.
Apariencia
Las tortugas de agua tienen un caparazón más ligero y liso que el de las tortugas terrestres, las cuales cuentan con un caparazón más redondo, pesado y con escamas más gruesas.
En cuanto a las patas, estas también son diferentes, ya que en el caso de las terrestres estas cuentan con dedos y garras muy fuertes. En el caso de las tortugas acuáticas, sus patas son similares a las aletas de los peces, lo que hace que puedan moverse mucho mejor en el agua. Esta es una de las claves para saber diferenciar a una tortuga terrestre de una acuática.
Tipo de alimentación
Otra clara diferencia entre las tortugas de agua y las de tierra es su alimentación, la cual es totalmente diferente y tendrás que tenerla muy en cuenta si estás pensando en elegir una como mascota. Mientras que las tortugas de tierra suelen ser herbívoras, las tortugas de agua prefieren alimentarse de otros animales, aunque cuando estas llegan a la edad adulta suelen convertirse también en herbívoras.
Longevidad
Aunque las tortugas figuren en la lista de los animales más longevos, la realidad es que su esperanza de vida también variará en el caso de que sea una tortuga de tierra o de agua. En el caso de las tortugas de tierra, estas pueden incluso a vivir más de 100 años, aunque dependerá mucho del lugar y el hábitat en el que vivan. En cambio, las tortugas de agua cuentan con una esperanza de vida bastante menor llegando a alcanzar un promedio de entre 15 y 20 años, pero pudiendo alcanzar los 30, en el caso de las tortugas de agua dulce, si reciben unos buenos cuidados.
Carácter
El carácter de las tortugas depende mucho del tipo de hábitat en el que se desenvuelven y de si son domésticas o están en libertad. Por lo general, el temperamento de las tortugas terrestres suele ser más fuerte sobre todo si se encuentran en época de apareamiento o anidación, en la cual estarán más a la defensiva e irascibles.
Por el contrario, en el caso de las tortugas de agua, estas suelen tener un carácter mucho más tranquilo.
Cuidados
Si definitivamente lo que estás pensando es en adoptar uno de estos dos tipos de tortuga, es importante que tengas en cuenta también los diferentes cuidados que cada una de ellas precisará. En el caso de las tortugas de agua, será imprescindible que les garantices un acuario o pecera de gran tamaño en la que puedan nadar a su antojo, además de una rampa o isla seca en la que pueda tomar el sol, descansar y regular su temperatura. En cuanto a su alimentación, si se trata de una especie carnívora deberás asegurarte de darle carne con poca grasa, pescado, marisco, lombrices de tierra, caracoles, insectos…
En el caso de las terrestres, estas necesitarán un espacio amplio en el que poder vivir cómodamente y en el que poder caminar. En el caso de que su habitáculo no sea lo suficientemente grande, esta tendrá que poder salir y andar por la casa cuando lo necesite. También es importante que cuente con un refugio en el que poder resguardarse del calor o en el que poder descansar durante su época de hibernación (otoño-invierno). Aunque no necesitan disponer de un lugar específico para nadar, aún así las tortugas terrestres disfrutan también dándose un baño de vez en cuando, así que pon a su disposición algún lugar no demasiado profundo en el que pueda refrescarse.
También necesitará un bebedero poco profundo y pesado que no pueda volcar y un terrario con una fuente de calor constante, ya que las tortugas no pueden generar calor por sí solas, sino que su temperatura corporal está condicionada por el ambiente en el que viven. En cuanto a su alimentación, suelen seguir una dieta vegetariana que incluye un 90% de verduras frescas y un 10% de agua, por lo que son mucho más fáciles de alimentar que las de agua. Algunas de las verduras y frutas que más les gustan son la col, el tomate, la lechuga, espinacas, berzas, hojas de apio, brócoli, coliflor, manzana, pera, naranja o fresas, entre otras.