Según datos de Statista, en 2021 se registraron aproximadamente 5,9 millones de gatos como animal de compañía en España. Esto quiere decir que los españoles son grandes amantes de los gatos, sin embargo, ¿los conocemos bien?
Estos pequeños felinos son animales complejos, con muchas particularidades y curiosidades, tanto en sus características físicas (rápidos, ágiles...) como en su personalidad (distantes, avispados...).
Sin embargo, con respecto a su físico, ¿te has fijado alguna vez que algunos gatos tienen una 'M' en la frente? Esto no ocurre en todos, sino que depende de la raza y su pelaje. En caso de que tu gato lo tenga, ¿qué significa?
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Una 'M' en la frente de tu gato
Como ya apuntábamos anteriormente, en algunos gatos se puede percibir una zona más oscura en la frente, similar a la grafía de la letra mayúscula 'M', justo por encima de los ojos.
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Hablamos de "algunos gatos" puesto que esta característica únicamente se hace evidente en los gatos de un pelaje en concreto, que son, atigrado, barcino, romano o 'tabby', en su denominación inglesa.
Sin embargo, ¿has pensado alguna vez por qué los gatos con este pelaje tienen esta 'M' en la frente? Realmente no existe ninguna explicación científica al respecto, más allá de que el pelaje es así. En cualquier caso, sí que se han creado leyendas para intentar dar un motivo.
Leyenda cristiana
La historia cristiana narra como José y María se encontraban en el portal de Belén cuando Jesús había nacido. Tal y como sabemos, en el pesebre estos estaban con un buey y una mala. No serían estos los únicos animales, sino que a veces se dice que había una gata atigrada.
La leyenda cuenta que el niño Jesús estaba llorando y la gata acudió a consolar al recién nacido. De hecho, se acercó a él y se acurrucó en sus pies reconfortándolo. En consecuencia, la Virgen María para agradecerle este gesto, acarició a la gata pasando su mano por la cabeza y le dejó en su frente la marca en forma de 'M' de María.
Leyenda musulmana
Otra de las leyendas vincula a estos gatos son la religión musulmana. En este caso nos encontraríamos con que Mahoma habría sido un gran amante de los gatos, concretamente, porque habría sido un gato que le salvó de ser mordido por una serpiente venenosa.
Este gato que habría salvado a Mahoma se llamaba Muezza. Para agradecerle este gesto, el profeta le habría concedido dos facultades a ese gato: por un lado, la capacidad de siempre caer de pie; y por otro lado, la 'M' plasmada en su frente para todos los gatos descendientes de este en la posteridad.