Los gatos son la segunda opción más extendida en España a la hora de tener una mascota en el hogar. Sin embargo, hay muchas cosas sobre estos complejos felinos que todavía no entendemos, por ejemplo, aquellos comportamientos que odian de nosotros. Por eso, podría decirse (por supuesto, dependiendo del gato o gata) que a veces se hace complejo llevarse bien con el gato, es decir, conseguir que este esté agusto, que sea cariñoso, que se divierta en el hogar... De tal forma que aquí te damos una serie de trucos efectivos para conseguir una relación positiva con tu gato, según Experto Animal.
¿Cómo llevarse bien con un gato?
Principalmente, cuando tienes un gato en casa debes aprender a adaptarte a él en todos los aspectos. De tal forma que aquí te contamos todo lo que debes y no debes hacer con tu gato, según Experto Animal.
1. No seas violento
En ocasiones existen problemas con la agresividad de los gatos. Sin embargo, todo esto depende mucho de la educación y de la paciencia que tengas con tu felino. Según Experto Animal: "[...] nunca pretendas educarlo con gritos o castigos físicos. Si lo haces, solo conseguirás que el animal te tenga miedo o se defienda con gruñidos y arañazos."
2. No lo mires fijamente
En este caso, hay que tener en cuenta que el contacto visual directo es un signo de dominancia. En consecuencia, si tu miras fijamente a tu gato, él interpretará que le estás desafiando, de tal forma que se puede desencadenar una situación agresiva o simplemente, puedes hacer que se sienta asustado o incómodo.
3. Usa juguetes para gatos
Otro de los puntos clave para llevarte bien con tu gato es usar juguetes que le resulten atractivos y entretenidos. Como es sabido, los gatos tienen un gran instinto cazador, de tal forma que les encanta jugar a "cazar juguetes". Esta puede ser una muy buena forma de reforzar la relación entre humano y animal.
4. No bloquees su paso
Buena parte de los problemas que tenemos con los gatos en el hogar vienen dados por la mala gestión de sus miedos. Por eso, no podemos ponerles bajo circunstancias que les puedan asustar. De tal forma que Experto Animal dice que: "Por esta razón no debes arrinconarlos ni bloquearles el camino."
5. No lo molestes cuando duermen
De la misma forma, molestarles cuando están descansando puede generarles miedos, es decir, les pone en una situación de "alerta" ante la cual pueden reaccionar de diversas formas. Además, hay que tener en cuenta que interrumpir su sueño puede generarles estrés.
6. No lo interrumpas cuando usa la caja de arena
Este es uno de los puntos más importantes. Experto Animal cuenta que: "Cuando hacen sus necesidades los felinos tienden a sentirse vulnerables e indefensos, así que permanecen alertas ante una posible amenaza." De tal forma que, interrumpir este momento puede generarles mucho estrés y no es en absoluto recomendable si quieres llevarte bien con tu gato.
7. No le tires de la cola
Evidentemente, hay trucos que pueden entrar en el "sentido común", es decir, que tiene que ver con cosas bastante obvias que podemos intuir que no le gustan a un gato, como no le gustan a ningún animal. Una de ellas es tirar de su cola, y además de resultar molesto, también les podemos hacer daño.
8. No le cojas de la piel del cuello
De la misma forma que con el punto anterior, no debes coger a tu gato por la piel del cuello. Esto lo vemos en las gatas con sus gatitos, pero "esta no es una práctica que les guste a los felinos, y si son adultos les incomoda bastante porque son incapaces de controlar sus movimientos", tal y como cuenta Experto Animal.
9. Respeta sus tiempos y espacio
También resulta bastante consabido que los gatos suelen ser animales muy independientes. En consecuencia, no debemos forzarles a hacer algo que no quieren hacer porque esto solo les hará generar malos comportamientos hacia nosotros.
10. Aprende a interpretar su lenguaje
Y por último, antes de tener un gato deberíamos aprender un poco sobre estos felinos. Hay ocasiones que interpretamos mal sus señales y eso genera problemas en nuestra relación con ellos. Por ejemplo, Experto Animal dice que "mover la cola en forma de látigo, por ejemplo, no indica que el gato está contento, ¡todo lo contrario!, nos muestra que está al borde de estallar y se acerca un arañazo si no dejamos de hacer lo que le está molestando tanto". Este es uno de tantos ejemplos en cuanto a señales que podemos malinterpretar.