Los perros son una de las mascotas por excelencia en España y para muchas familias un miembro más. Y es que al fin y al cabo no somos tan diferentes a nuestros amigos peludos. De hecho, al igual que los humanos, los perros pueden donar sangre, sufrir golpes de calor, sentir cariño y apego por determinadas personas o lamentablemente sufrir algunos problemas de salud que puedan provocarles la pérdida del equilibrio al caminar, llegar a caerse al suelo, tener un fallo en alguna pata o incluso perder fuerza para levantarse con sus patas. Si este es el caso de tu perro, sea cual sea el problema que impida que tu peludo pueda caminar, lo importante es que en cuanto observes este problema y con el fin de evitar que empeore, acudas rápidamente al veterinario para que sea él quien te diagnostique la causa de este problema y para ayudar a tu compañero de cuatro patas.

Lo cierto es que tanto los temblores como los fallos en las patas, pueden deberse a causas muy diferentes, algunas de ellas naturales y pasajeras, mientras que otras pueden deberse a la vejez o ser algo más graves. Aquí te explicamos algunas de las posibles causas de que tu perro no pueda caminar.

¿Por qué mi perro no puede caminar?

Algún tipo de lesión

Desde un corte a una rotura, un esguince o una contusión, pueden llegar a causar que tu perro no pueda caminar, algo que seguro solucionarás llevándolo al veterinario y garantizándole una buena cura y tratamiento para el dolor.

Pero cuando hablamos de lesiones, también hay que considerar la posibilidad de que en vez de una lesión externa y visible, se trate de algún tipo de lesión interna, las cuales pueden producirse en la columna vertebral o en la médula espinal. Este tipo de lesiones también pueden llegar a provocar que tu perro no camine o a limitar la movilidad de tu mascota. Si sospechas que esta pueda ser la causa, no dudes en acudir al veterinario en cuanto detectes el problema.

Artritis o artrosis

La artritis y la artrosis también pueden provocar que tu perro deje de caminar, estas normalmente suelen darse en las articulaciones de la rodilla y de la cadera deteriorando los discos o amortiguaciones y causando dolor. Ese dolor es precisamente el que causará que tu perro comience a moverse menos, provocando que los músculos se atrofien. En el caso de la artritis esta puede deberse a una infección bacteriana, una enfermedad autoinmune, sobrepeso o crecimiento brusco de cachorros. En el caso de la artrosis, esta puede deberse al sobrepeso, traumas o lesiones antiguas o a la edad. Ambas enfermedades producen mucho dolor en las articulaciones de nuestras mascotas y los tratamientos en ambos casos, suelen ir enfocados a disminuir los síntomas y el dolor, por lo que es imprescindible llevar a nuestra mascota al veterinario.

Mielopatía degenerativa

La Meliopatía degenerativa es un trastorno en la médula espinal que afecta a los perros, generalmente a los perros de raza Pastor Alemán, Corgis, Boxers, Chesapeake Bay Retrievers, Rhodesian Ridgebacks y Poodles, y es muy similar a la esclerosis lateral amiotrófica o la enfermedad de Lou Gehrig en humanos. Esta provoca una degeneración de la ‘sustancia blanca’ de la médula espinal y de los nervios periféricos. Aunque por sí misma no se trata de una enfermedad dolorosa, los movimientos compensatorios de los miembros débiles pueden causar que el perro pueda desarrollar dolor en otras áreas del cuerpo y además provocará que le cueste caminar con normalidad o mantenerse mucho tiempo de pie. Aunque para esta enfermedad no exista cura, una buena rehabilitación física intensiva y el equipo de asistencia adecuado, podrán aumentar su tiempo de supervivencia y su calidad de vida.

Diabetes

La diabetes también puede causar que tu perro no camine o que le cueste caminar. Este no es el único síntoma que puede provocar la diabetes a tu perro, así que es importante que detectes la enfermedad cuanto antes, le proporciones el tratamiento adecuado y cuides su alimentación, para garantizar su buena salud.

Displasia de cadera

Esta enfermedad está relacionada con el “mal encaje” de los huesos de la cadera del perro, al igual que puede suceder en las personas. El problema surge cuando en algunos perros ese encaje no se produce de la manera adecuada y la cabeza del fémur queda desplazada. Este proceso conduce a la deformación y desgaste del acetábulo y de la cabeza del fémur, a través de un proceso degenerativo de la articulación que provoca dolor y cojera. La displasia es una malformación genética, aunque influye mucho en su evolución el ambiente en el que se haya criado desde cachorro, la superficie sobre la que camina, su tipo de nutrición… El tratamiento en este caso suele ser con antiinflamatorios y condroprotectores, además de técnicas de rehabilitación y fisioterapia canina o acupuntura. También existe la posibilidad de realizar una cirugía preventiva que puede considerarse en cachorros y en razas predispuestas. Aún así, el veterinario tendrá que valorar cada caso mediante una radiografía para valorar el nivel de gravedad y el tipo de tratamiento. Las razas de perros más predispuestas a padecerla son el Pastor Alemán, Retrievers, Rottweiler, Mastines, San Bernardos, Dogos, Carlinos o Bulldogs.

La edad

Si nuestro perro es anciano y no ha sufrido ningún accidente, posiblemente la causa de que no pueda caminar pueda deberse a la edad. Pero como también podría deberse a otro problema interno o a alguna enfermedad, lo importante es que igualmente acudamos al veterinario para salir de dudas y descartar otros problemas.

Obesidad

La obesidad y el sobrepeso en los perros puede provocar que las articulaciones y los ligamentos sufran y se desgasten más de lo normal, lo cual puede acabar derivando en lesiones o enfermedades como la displasia de cadera o la diabetes. Asegúrate de proporcionar una dieta adecuada a tu peludo y saludable, adecuada a su estilo de vida y no dudes en consultarlo con tu veterinario.

Síndrome vestibular

El sistema vestibular es el encargado de mantener el equilibrio y de coordinar la posición de la cabeza, globos oculares, cuerpo y extremidades. Se trata de un tipo de alteración neurológica que puede estar provocada por alguna lesión en el nervio craneal, además de por el oído interno o el tronco encefálico. Sea cual sea la causa, lo importante es que lo consultes con tu veterinario con el fin de detectar cuál es la patología que pueda estar causando este síndrome. Suele ser bastante fácil de detectar, ya que veremos al perro con la cabeza ladeada, observaremos movimientos constantes en los ojos de manera horizontal o vertical, también temblores, inestabilidad al andar, pérdida de equilibrio o incluso observaremos que nuestro perro no anda. Dependiendo de cual sea el orígen del síndrome vestibular, el tratamiento variará y también el pronóstico. Puede ir desde un simple tratamiento para la otitis a cirugía, terapia de rehabilitación u otros tratamientos.

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