Según la ANFAAC (Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía) en España hay más de 28 millones de mascotas y de entre todas ellas el perro es el verdadero rey. Un fiel amigo peludo que ha conquistado la mayoría de hogares españoles y que puede llegar a representar un gasto medio al año de 1200 euros. Dentro de los cuales, hay una mayor parte que tiene que ver con su alimentación. No solo hablamos de elegir un buen pienso, sino también de otros alimentos que en ocasiones podemos llegar a usar como premios para nuestro peludo, como frutas y verduras, el plátano, el queso, entre otros.

Pero ¿realmente los perros pueden comer queso?, ¿es un alimento saludable para ellos? En este artículo vamos a explicarte todo lo que debes tener en cuenta antes de ofrecer este producto lácteo a tu perro.

Lo que debes tener en cuenta antes de dar queso a tu perro

Para entender si los perros pueden comer o no queso, es importante conocer cómo puede llegar a actuar la lactosa en su organismo. Este es un tipo de azúcar que se presenta de forma natural en la composición de la leche de los mamíferos y no siempre en la misma cantidad, ya que varía en función del animal y de sus necesidades nutricionales.

Los mamíferos se alimentan de este tipo de leche en la primera etapa de vida. Una etapa en la que disponen de una enzima denominada lactasa, encargada de descomponer la lactosa en sustancias más simples dentro del organismo. Pero lo cierto, es que después de esa primera etapa de vida, los mamíferos dejan de necesitar leche y la producción de esa enzima desaparece, desapareciendo con ella la facilidad para asimilar y convertir en sustancias más simples la lactosa.

Aunque en el caso de los humanos parece que hay gran parte de la población que se ha podido adaptar a este cambio y son capaces de asimilar la lactosa incluso en edad adulta, también existe la otra cara de la moneda: la intolerancia a la lactosa.

Una intolerancia que, al igual que sucede con las personas, también puede afectar a los perros. Por lo tanto, en el caso del queso también es importante asegurarse de si nuestro perro presenta o no esta intolerancia, antes de decidir proporcionárselo.

¿Cómo saber si mi perro puede o no comer queso?

Aunque los perros no necesitan de los lácteos para tener una dieta completa, lo cierto es que este tipo de alimento puede llegar a interesarnos a nivel nutricional e incluso servir como premio o como delicioso acompañamiento de esa medicación que nuestro amigo peludo no quiere tomarse (excepto antibióticos), todo ello siempre y cuando nuestro perro no tenga intolerancia.

Esto es algo que solo podremos descubrir si se los damos a probar, pero siempre es recomendable consultarlo antes con su veterinario y comenzar a dárselo en pequeñas cantidades y con lácteos que tengan menor cantidad de lactosa, como por ejemplo el yogur natural, algún tipo de queso curado, los quesos grasos como la mozzarella (suelen tener menor cantidad de lactosa)... Es recomendable evitar los quesos más frescos, ya que estos tendrán un mayor porcentaje de lactosa.

Si nuestro amigo peludo experimenta diarrea o gases, entonces tendremos dejar inmediatamente de proporcionarle este tipo de premios, ya que seguramente estemos ante un caso de intolerancia a la lactosa.

¿Y en el caso del requesón? ¿Los perros pueden comerlo?

En el caso del requesón estamos hablando de un tipo de queso fermentado y por lo tanto que puede considerarse bajo en lactosa. Pero también es un tipo de queso que suele estar mezclado con otros productos lácteos, así que es importante que revises la etiqueta con la composición antes de decidir dárselo a tu peludo como premio y siempre y cuando no presente alguna intolerancia a la lactosa.

En cuanto a sus beneficios: Calcio, proteínas, ideal para recuperarse de problemas de estómago... El requesón es una opción ideal para ofrecer a tu perro, pero siempre con moderación ya que su alto contenido en grasa siempre podrá ayudarle a ganar algún que otro kilo de más.

¿Deberían comer queso los perros?

Una buena dosis de proteínas, Vitamina A, Vitaminas de complejo B, ácidos grasos esenciales... El queso podría definirse como una de esas chuches sanas para nuestro perro, pero como te decimos siempre que no sufra intolerancia a él, por lo que primero tendremos que comprobar que puede asimilar este alimento.

Si finalmente puede consumirlo, también es importante que controlemos las cantidades, ya que este es un producto con alto contenido en calorías. Así que si decidimos dárselo en forma de chuche, tendremos que daŕselo con moderación y descontar la parte proporcional de su ración de pienso diaria para evitar un futuro problema de sobrepeso.

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