Los temblores en los perros no son síntomas que sean específicos de una edad o una raza determinada. Por tanto, pueden provenir de diversas causas, aunque algunas son más habituales que otras. La mayoría de estas causas se asocian con situaciones de ansiedad o agitación, temores, posibles enfermedades o un descenso en la temperatura corporal.
Es muy importante poder determinar cuál es la causa por la que tiembla un perro. Solo así se podrá comprobar si la situación es grave o no. No en vano, hay temblores que apenas responden a un estímulo externo. Sin embargo, otros pueden ser el síntoma de una enfermedad o algún tipo de intoxicación.
Por qué tiemblan los perros
Hay numerosas causas que pueden motivar los temblores de un perro. Las que aquí se exponen suelen estar entre las más habituales.
1. Artrosis y problemas articulatorios
La artrosis y los problemas articulatorios son frecuentes en muchas razas de perros. Sobre todo en aquellos que ya tienen una edad avanzada. Estos trastornos producen en el animal un dolor más o menos agudo y frecuente que conlleva en muchos casos la presencia de temblores. Un tratamiento con analgésicos puede ser una solución a esta situación.
Los problemas musculares o de huesos pueden provocar dolores que incluso impidan al perro caminar o mover las patas traseras. Este es un problema que, de forma obligatoria, debe ser tratado por un veterinario.
2. Temblores por diversas enfermedades
Hay diversas enfermedades que sufren los perros y que vienen asociadas con temblores. Una de ellas es la infección del moquillo de origen vírico, la cual, además de temblores, puede producir tics, vómitos y otros síntomas. Las enfermedades degenerativas en general también producen temblores en los perros.
3. Una hipotermia
Los perros, por normal general, se aíslan de la temperatura externa gracias a su pelaje. Sin embargo, no todos los perros soportan las temperaturas gélidas de la misma manera.
Un perro que se exponga durante demasiado tiempo a un ambiente frío puede sufrir de temblores por todo el cuerpo. En estos casos, se produce un descenso de la temperatura corporal. Para paliar estos temblores, hay que suministrarle al animal algo caliente, además de agua azucarada o suero.
Estos temblores frente al frío se producen de manera involuntaria para tratar de mantener los músculos calientes. Si las temperaturas son muy bajas, podemos probar a abrigar al perro para que deje de temblar.
4. Fiebre e hipertermia
Una temperatura corporal superior a 39 grados centígrados es el equivalente a la fiebre en los perros. La fiebre e hipertermia pueden provocar temblores en los animales. Este problema es un claro síntoma de algún proceso infeccioso y por el que habría que acudir al veterinario para solucionarlo.
5. Una hipoglucemia
La hipoglucemia se define como una bajada del nivel de azúcar en sangre. Un problema que en muchos perros puede resultar frecuente y que provocaría la aparición de temblores. Si este problema se da con frecuencia, habrá que llevar al perro al veterinario para que compruebe a qué puede ser debido.
La hipoglucemia se da con mayor frecuencia en los perros pequeños y, sobre todo, en los perros diabéticos. Lo primero que hay que hacer en estos casos es darle al perro un poco de agua con azúcar y abrigarlo. Si deja de temblar, ya se le puede dar algo más de alimento.
6. La fase REM del sueño
A veces observamos que muchos perros, cuando duermen, tienen temblores en las patas. En este caso, es un temblor que se produce cuando el animal se halla en la fase REM del sueño. Lo más probable es que el animal esté soñando con alguna situación que le produce excitación. Sin embargo, no es síntoma de algún problema o enfermedad.
Si observamos que nuestro perro tiembla mientras duerme, no debemos despertarlo. Puede ocurrir que se despierte desorientado, asustado o que incluso reaccione de forma agresiva sin pretenderlo.
7. Traumas, fobias y estrés
Los perros, al igual que las personas, sufren de episodios de estrés. Este trastorno suele suceder en los animales cuando se enfrentan ante una situación que no saben gestionar. Asimismo, los perros también tienen sus traumas y sus fobias. La presencia de alguna de estas situaciones provocará temblores en el animal.
Estos temblores pueden producirse si se sienten demasiado excitados. También si nos saludan después de mucho tiempo sin vernos, si están jugando, si se exponen a ruidos fuertes que les causen miedo, etc.
8. Exceso de ejercicio
Un excesivo movimiento o ejercicio físico puede producir ciertos temblores en el cuerpo del animal. En la mayoría de los casos, no es motivo de preocupación ya que no están asociados a ningún trastorno o enfermedad. Sin embargo, si el perro se cansa mucho antes de lo previsto habría que visitar al veterinario para que le haga un chequeo.
Tal y como podemos comprobar, hay muchas causas por las que un perro puede temblar. Determinar la razón de los temblores es el primer paso para actuar frente a los mismos.