Los perros son compañeros ideales, de ahí que sean una de las opciones de mascota más repetidas en los hogares de España. Pero lo cierto, es que su compañía puede ir mucho más allá, llegando incluso a ser vitales para llevar a cabo determinadas tareas propias de los perros de terapia asistida y con el fin de ayudar en intervenciones terapéuticas a personas con problemas físicos, psicológicos o sociales o incluso para ayudar en actividades de carácter didáctico.
Y aunque todos los perros pueden ser los mejores compañeros de vida, lo cierto es que cuando nos referimos a perros de terapia, es importante saber que estos perros deben tener una serie de requisitos imprescindibles. No solo nos referimos a los perros más obedientes o a las razas de perros más inteligentes, también es necesario tener en cuenta otras muchas cualidades.
¿Qué cualidades debe tener un perro de terapia?
Los perros de terapia suelen contar con estas características:
- Ser positivos, alegres, cariñosos y sociables.
- Tener carácter positivo y equilibrado.
- Buena condición física y buena salud.
- Fiables y predecibles Tener fuerza de voluntad
Principales razas de perros de terapia
Labrador Retriever
El Labrador Retriever se ha utilizado desde comienzos del siglo XX para desarrollar todo tipo de terapias y como animales de compañía. Una de las principales razones la encontramos en su gran predisposición para el aprendizaje, pero sobre todo por ser un tipo de raza muy sociable, inteligente y capaz de responder con efectividad a cualquier órden que se le enseñe a llevar a cabo.
Golden Retriever
Una de las particularidades del Golden Retriever es su especial sensibilidad para detectar las emociones, tanto en el caso de los niños como en adultos. Esto unido a su capacidad para estar tranquilos, los convierte en una de las mejores razas para terapia. De hecho, figura como una de las más populares en intervenciones en hospitales, colegios o residencias de mayores.
Pastor alemán
El pastor alemán destaca por ser un perro tranquilo y muy equilibrado, ambas características importantes cuando se trata de un perro de terapia. A esto hay que añadir que son cariñosos, empáticos y muy sociables. A pesar de sus buenas capacidades, no hay que olvidar que se trata de perros guardianes y en este caso, tienden a ser muy protectores con sus dueños, por lo que un buen adiestramiento y educación son esenciales para evitar futuros conflictos con otras personas desconocidas.
King Charles Spaniel
Obediente, cariñoso, sociable… El King Charles tiene todas esas cualidades y está indicado sobre todo para aquellas personas que tengan cierto “miedo” a los perros más grandes. También es ideal para convivir con personas mayores, niños y para terapia asistida con animales.
Poodle
Elegante, inteligente, amistoso, obediente y con carácter equilibrado… El Poodle o Caniche es también la mejor opción como perro de terapia y para tratar con niños.
Importancia de la educación en un perro de terapia
A pesar de que estas razas que te hemos nombrado, cuenten con las características, cualidades y carácter perfecto para convertirse en perros de terapia, la realidad es que no solo basta con dar con la raza adecuada, sino que también hay que tener en cuenta las características propias de cada animal sin importar si es otra raza diferente o incluso mezcla de varias. Aunque para este tipo de tareas suelen estar más desarrolladas en las razas que hemos indicado anteriormente.
Aún así, es imprescindible que nos aseguremos de educarlo y entrenarlo correctamente para que sea capaz de desempeñar su labor de forma correcta.