A pesar de que creíamos conocer mucho sobre el Imperio Romano, cada vez más hallazgos científicos nos permiten acércanos más a esta época histórica. Por ejemplo, recientemente una investigación pudo determinar cómo era el hormigón que elaboraban los romanos y cuáles eran los ingredientes.
Otro estudio ahora nos permite conocer cómo olían los romanos hace 2000 años. Concretamente, el equipo de investigación FQM346 de la Universidad de Córdoba, dirigido por el catedrático de Química Orgánica José Rafael Ruiz Arrebola, en colaboración con el Ayuntamiento de Carmona ha determinado los elementos químicos de un perfume del siglo I d. C., tras haberse extraído este frasco de una urna funeraria en la ciudad de Carmona, en Sevilla.
¿A qué olían los romanos?
El origen de esta investigación se remonta a 2019, momento en el que se llevó a cabo una intervención arqueológica en un mausoleo que se encontró en la calle Sevilla (en Carmona). Allí se encontró un recipiente tallado en cuarzo, que aún se mantenía perfectamente sellado y que en su interior conservaba un líquido que se había solidificado.
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Este mausoleo era una tumba colectiva en la que había numerosos objetos vinculados a los rituales funerarios de los romanos (ofrendas y ajuares) y, además, se encontraron las urnas cinerarias de seis individuos adultos, tres mujeres y tres hombres.
Llama la atención que el un pequeño frasco o ungüentario encontrado está fabricado en cristal de roca tallado en forma de ánfora. Esto es llamativo puesto que los estudios arqueológicos anteriores ponen de manifiesto que los recipientes de perfume solían ser de vidrio soplado, puesto que eran extremadamente caros. En consecuencia, este mausoleo encontrado en Carmona debía pertenecer a una familia muy adinerada.
La revista científica suiza Heritage publica el artículo en el que Ruiz Arrebola, el arqueólogo municipal de Carmona, Juan Manuel Román, y los investigadores de la UCO Daniel Cosano y Fernando Lafont exponen toda su investigación.
En primer lugar, para determinar de qué está hecho este perfume utilizaron diferentes métodos, entre ellos, la difracción de rayos X y la técnica de cromatografía de gases acoplada a espectrometría de masas.
En consecuencia, según el catedrático de Química Orgánica José Rafael Ruiz Arrebola, el tapón cilíndrico que cerraba perfectamente el frasco fue fabricado en dolomita (piedra caliza), y además, para que quedase perfectamente hermético se empleó betún.
En cuanto al perfume en sí, y tal y como indicaba Plinio el Viejo en sus tratados, está compuesto por dos componentes: una base o aglutinante, que permitía la conservación de los aromas, y la esencia en sí.
Estos estudios indican que la base probablemente era un aceite vegetal, posiblemente, aceite de oliva, aunque no se ha podido confirmar al cien por cien que así lo sea.
Y en lo que respecta a la esencia, los investigadores escriben que "Roma olía a pachuli", un aceite esencial que se utiliza para la producción de perfumes desde hace cientos de años, pero que se desconocía que se usase en el Imperio Romano. De hecho, los investigadores concluían lo siguiente: "Hasta donde sabemos, esta puede ser la primera vez que se identifica un perfume de la época romana, lo que supone un gran avance en este campo".
¿Qué es el pachulí?
El pachulí es una planta conocida científicamente como Pogostemon cablin. De esta planta se obtiene un aceite esencial con el que se elabora perfume desde hace cientos de años.
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Actualmente, el pachulí es un componente presente en la gran mayoría de fragancias modernas y actuales para hombre, aunque también tiene otros usos, por ejemplo, se usa para fumigar, en la industria papelera, en detergentes para lavandería y aromatizantes ambientales.