En España con la primavera llega el cambio de hora y el "horario de verano", periodo que empieza a las 2:00 horas de la noche del sábado 26 al domingo 27 de marzo, cuando el reloj se adelantará una hora. De la misma forma, este horario de verano finaliza a las 2:00 horas de la madrugada del sábado 30 al domingo 31 de octubre, cuando el reloj se retrasará una hora, lo que es considerado como "horario de invierno". Para que conozcas más sobre este cambio, te contamos de dónde provienen estos horarios y por qué se han establecido.
¿Por qué existe el horario de verano?
En primer lugar, hay que tener en cuenta que la idea de este cambio de hora es aprovechar al máximo la luz solar en el hemisferio norte, ya que los días empiezan a alargarse en primavera y a acortarse en otoño. La lógica es que al adelantarse, se añade una hora de luz al final de la jornada laboral.
Como dato curioso, los cambios (según la estación en la que estemos) en la duración de un día se deben a la rotación descentrada de la Tierra. Esto quiere decir que, aunque en la zona del "ecuador de la tierra" se suele disfrutar de unas 12 horas de día y noche durante todo el año, no ocurre lo mismo en la zona "más norte" o "más sur".
En consecuencia, ocurre que aquellos países que están más alejados del ecuador presentan una mayor diferencia entre los días de verano y de invierno y por eso, son aquellos que necesitan y promueven más el cambio de hora.
¿Cuándo comenzó el cambio de hora?
Como recoge la web Cambiohorario.com, el cambio de hora surgió por primera vez a recomendación del científico y diplomático estadounidense Benjamin Franklin en el siglo XVIII.
Más tarde, ya a principios del siglo XX, fue el constructor inglés William Willett quién empezó a hablar de la necesidad de crear el horario de verano para que los londinenses disfrutaran de más horas de luz diurna. Sin embargo, el país que lo llevó a la práctica fue Alemania, en plena Primera Guerra Mundial. Con el objetivo de ahorrar combustible, el 30 de abril de 1916, el kaiser Guillermo II decretó un horario de verano.
Pros y contras del cambio de horario
Con respecto a los contras, hay que tener en cuenta que determinados estudios demuestran que el cambio horario repercute en el ritmo circadiano de las personas. Estas alteraciones del sueño no son duraderos, por lo que, pasados unos días tras el adelanto o retraso de la hora, el ritmo circadiano se termina ajustando a las nuevas condiciones de día-noche. Son los niños y los mayores quienes más lo acusan.
Con respecto a los pros, existe un estudio de IDAE (Instituto para la Diversificación de la Energía) que ha podido cuantificar un ahorro energético, gracias al mayor aprovechamiento de las horas de sol. Sin embargo, tampoco es un ahorro muy significativo para los hogares españoles.
Otros argumentos a favor del cambio de horario sería que favorece la mayor actividad por parte de la población. Es decir, se produce un impulso de actividades durante la tarde y la noche. Si al salir del trabajo aún hay luz, esto fomenta salir a hacer deporte u otros planes de ocio.