Isabel II fue vista muchas veces conduciendo coches, de la que siempre se mostró una auténtica amante. Sin embargo, a pesar de ser fanática de los automóviles, la reina Isabel II no tenía carné de conducir. Para el resto de las personas, es completamente ilegal conducir sin tener licencia. Sin embargo, para la reina Isabel II esto no era ningún delito debido a que en Reino Unido estos documentos eran emitidos oficialmente por ella misma.

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¿Por qué no necesitaba carné de conducir Isabel II? 

Como planteábamos anteriormente, la reina Isabel II tenía el privilegio de poder conducir sin tener licencia de conducción, debido a que ella misma era la persona que expedía las licencias de forma oficial. Esto, por lo tanto, aplicaría actualmente a su hijo, Carlos III, el actual heredero al trono.

De la misma forma, la reina podía llevar o ir en coches que no tuvieran matrícula, algo que suele ser frecuente en las Casas Reales. De hecho, también ocurre en el caso de la Casa Real Española. 

Normalmente, la reina Isabel II solía en la parte trasera de los coches, debido a que tenía sus choferes oficiales, y esto resultaba más propio del protocolo real. Sin embargo, la reina era una auténtica amante de los coches y por eso, en ocasiones prefería conducir ella misma. 

A la reina se la vio en multitud de ocasiones al volante de coches de alta gama, como Rolls-Royce, Bentley, Jaguar o Land Rover. Esto tiene que ver debido a que existe una condición en la Casa Real Británica con respecto al uso de coches, y es que únicamente se usan marcas británicas. 

Desde 2019, la reina Isabel II dejó de conducir por carreteras públicas y únicamente cogía sus coches para moverse por carreteras privadas. La reina tenía 92 años cuando dejó de conducir por sitios públicos y todo esto fue a raíz de que su marido, el Duque de Edimburgo, que entonces tenía 97 años, hubiera provocado un accidente de tráfico cuando conducía cerca de Sandringham. 

Mecánica durante la Segunda Guerra Mundial 

Como dato curioso, hay que tener en cuenta que Isabel II sirvió durante la IIGM, concretamente, en el Servicio Territorial Auxiliar de mujeres. Allí, con tan solo 18 años, su labor fue formarse como conductora y como mecánica. Fue la primera mujer de la Familia Real en llevar a cabo esta labor. Así lo podemos ver en la siguiente publicación de la cuenta oficial de la Casa Real Británica: 

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