Los anacardos son probablemente uno de los frutos secos más populares en España. Sin embargo, el consumo de anacardos puede conllevar problemas de salud si se consumen crudos, motivo por el que se venden tras haber sido sometidos al menos uno o dos procesos de tostado previo a su venta. ¿Quieres saber por qué nunca encontrarás anacardos crudos a la venta?

¿Por qué son tóxicos los anacardos crudos?

Hay muchos frutos secos que se venden crudos como pueden ser las castañas, las almendras o las semillas de girasol, sin embargo, nunca será el caso de los anacardos. Esto es porque los anacardos crudos son altamente tóxicos. 

El motivo por el que los anacardos crudos son tóxicos es por una sustancia conocida como urushiol, un tipo de aceite que reside en las hojas del árbol del anacardo, el Anacardium occidentale. También está presente en la cáscara de la nuez y en otras plantas, como la hiedra venenosa.

Esto supone que en el momento en el que se recolectan los anacardos, estos son peligrosos para nuestra salud. En consecuencia, se tuesten (ya sea al sol o con métodos industriales) y a través de este proceso se elimina gran parte del urushiol, aunque no del todo. Finalmente, se les quita la cáscara, se secan a conciencia y se pelan.

¿Qué pasa si tomo anacardos crudos? 

Los expertos explican que el consumo de una gran cantidad de anacardos crudos puede suponer la muerte. En cualquier caso, los síntomas más frecuentes suelen ser los siguientes: irritación en la piel, edemas, inflamación, supuración y, en el peor de los casos, una dermatitis severa, entre otros casos posibles.

Concretamente, en un informe de 1982 elaborado por el Center for Disease Control and Prevention (CDC) de Estados Unidos, se determinó que 7.500 bolsas de anacardos que contenían niveles peligrosos de urushiol habían sido distribuidas para el consumo en la Costa Este. En consecuencia, se calculó que un 20% de los consumidores experimentaron la mencionada dermatitis producida por el aceite vegetal de los anacardos.

Beneficios de los anacardos

En cualquier caso, los anacardos cuando están tratados tienen una gran cantidad de beneficios y propiedades, entre ellos, los siguientes: 

  • Ricos en vitamina E. En consecuencia, son muy recomendados para los problemas oculares debido a que la vitamina E nos ayuda a retrasar enfermedades degenerativas, como las cataratas, a cuidar el cristalino y a prevenir la conjuntivitis. 
  • Reducen los niveles de colesterol debido a un alto contenido en ácidos grasos insaturados, como el linoleico y el oleico.
  • Protegen el corazón debido a la presencia de cobre, un mineral que aparece de forma natural y que, entre otros beneficios, ayuda al mantenimiento de los vasos sanguíneos y a la formación de glóbulos rojos.
  • Alto contenido en magnesio. Este mineral ayuda al correcto mantenimiento de los músculos, pero además también es muy importante para dormir correctamente.

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