Rumbo a semis, ni más ni menos. Y os preguntaréis: ¿qué me está contando este tío? Pues os cuento que esto huele, así como suena, a estar en las semifinales del Europeo de balonmano después de esta victoria contra Suecia. ¿Por qué? Pues simplemente porque entramos en la Main Round con 4 puntos (todos los posibles) después de la victoria de Alemania contra Eslovenia. Esto significa que ganando dos de los tres partidos de la segunda fase estamos entre los cuatro mejores del torneo. Contra Dinamarca se puede perder, está claro, pero creo que contra Hungría y Rusia somos claramente superiores.
Vamos a lo que el partido contra Suecia se refiere. Los nórdicos plantearon, como se esperaba, una defensa dura y cerrada: el típico 6-0 sueco. Aun así, España se vio cómoda desde el inicio. Sin brillantez ni claridad de ideas, pero con la comodidad que te da el sentirte superior, y en eso nuestra selección se mueve como pez en el agua. Nunca nos fuimos realmente en el marcador. La máxima renta estuvo entre los 3 y 5 goles, que supimos administrar de forma genial. Al estilo de un equipo que domina la presión y que sabe mantener la calma. España, en eso, tiene tablas de sobra.
En el plano individual, hay que destacar una figura entre todas y es la de Gonzalo Pérez de Vargas, que se erigió en un muro para el ataque sueco. Me alegro especialmente, porque de sus paradas vivirán los éxitos venideros de la selección española durante muchos años. También hay que destacar a un jugador que siempre está como es Valero Rivera. Su variedad de lanzamiento y efectividad siempre suman para el equipo y le convierten en insustituible.
No quiero olvidarme de la defensa española, que estuvo muy acertada. Dejar a los suecos en tan pocos goles no es fácil y una buena actuación en portería siempre es sinónimo de una buena defensa previa. Por lo demás, lo de siempre: buena aportación de Jorge Maqueda, Antonio García, Julen Aguinagalde…
Por lo que respecta a los que han jugado menos en estos primeros partidos, hay que añadir que seguro que serán importantes en los siguientes. Si hay algo que España necesita para llegar a la lucha por las medallas es la aportación de todos, y eso de buen seguro que será así en los próximos partidos.
Sin más que añadir, solo me queda decir que esta selección huele a medalla y que ya estamos deseando que lleguen los siguientes partidos para que se empiece a ver a la verdadera España. Aquella que saca lo mejor de sí misma cuando hay que competir al máximo.
*Albert Rocas ha sido dos veces campeón del mundo, medallista de bronce olímpico, subcampeón europeo y bronce mundial y continental con la selección española de balonmano.