Hay una palabra que describe aquellas cosas en las que puedes confiar al 100%, y esa palabra es SEGURIDAD. Sí, con todo lo que implica. Como aquellos coches de hace unas cuantas décadas que sabías que te iban a aguantar los kilómetros que hicieran falta. Como el saber que mañana saldrá el sol otra vez o como lo que llevan haciendo los Hispanos desde el año 2011, que son seis semifinales seguidas en grandes torneos.
Y es que si en algo destaca este equipo es en que es tan fiable que, incluso sin llegar a sacar lo mejor de sí mismo, nunca te falla. Estos chicos, ganen o pierdan, nunca te dejan con la sensación de no haberlo dado todo, de no haber estado… Todo lo contrario. Transmiten todos los valores por el deporte, como cuando vemos a Rafa Nadal competir. Son auténticas máquinas.
Hablando exclusivamente del partido contra Rusia que nos ha dado el pase a semifinales, se comenzó con demasiada presión. Ésta nos encorsetó y maniató durante la primera parte. No había fluidez y se cometían errores que nos lastraban. Entonces, esta vez llegó el descanso y paso justo lo contrario que contra Dinamarca. Nos vino genial y el equipo salió sin ataduras y dominó más el juego. Si quitamos los minutos finales, podemos decir que España fue controlando el partido poco a poco.
Me gustaría destacar la vuelta de Gedeón Guardiola. Con él, la defensa tiene otro aire, Viran Morros se siente más seguro y todos ganan en movilidad. Sin duda, ha sido el interruptor que ha encendido nuestra defensa. Grande también Rafa Baena, al que le ha tocado lidiar a la sombra de Julen Aguinagalde, pero que este miércoles tuvo un merecido protagonismo.
Por último, quiero mencionar a Valero Rivera y Víctor Tomás. Vaya dos fenómenos tenemos en los extremos. Cuando ellos aparecen y reciben balones, no hay equipo que tenga narices de ganarnos. Otros que nunca fallan, en el más estricto sentido de la palabra. Además, Manolo Cadenas estuvo muy bien leyendo el partido y sabiendo sacar rendimiento a las carencias de los rusos. En fin, fue un encuentro completo ante un buen equipo que estaba jugando a gran nivel durante este campeonato.
En definitiva, me quedo con todos, porque este es el equipo que me gusta ver: el que pelea, el que lo da todo. El de este miércoles fue, sin ninguna duda, un partido para valientes, y España, como siempre, supo competir de la mejor manera. A carácter nadie nos gana. De hecho, esta es la diferencia con las otras selecciones.
Hemos visto caer a Dinamarca después de tenerlo todo de cara; Francia no supo ganar a la gran sorpresa de este Europeo, Noruega; Polonia cayó estrepitosamente contra una gran Croacia… Sorpresa tras sorpresa en la tarde del miércoles, lo que sin duda es lo bonito del deporte. No importa tu nombre más allá de tu rendimiento. Como diría aquél, hombres, no nombres.
Y las semifinales ya están aquí. No diría que es un camino fácil ni mucho menos, pero también estamos todos de acuerdo en que España, ahora mismo, es la gran favorita al oro. Por historial, por calidad y sobre todo porque, de las grandes aspirantes, es la única que se ha colado entre las cuatro mejores selecciones.
Croacia será un rival duro. Los Duvnjak y compañía son gente de calidad y desparpajo, pero a su vez son capaces también de lo peor, así que todos esperamos ver la cara B de los croatas y pasar a la final. Ahora más que nunca, todos juntos y apoyando a nuestros Hispanos. Pase lo que pase, lo que ya han hecho otra vez es de un mérito insuperable. ¡Bravo por todos y cada uno de ellos!
*Albert Rocas ha sido dos veces campeón del mundo, medallista de bronce olímpico, subcampeón europeo y bronce mundial y continental con la selección española de balonmano.