En un vestuario de fútbol se producen numerosos momentos tensos que se suelen quedar en él. De puertas adentro, el concepto de equipo envuelve a los egos y todos, incluso los más jóvenes y los proclives a conductas rebeldes, aceptan con disciplina militar las voces de los veteranos. Un capitán ejerce su rango castrense y un entrenador es un general.
Por eso, cuando Cristiano Ronaldo aterrizó en 2003 en el Manchester United tuvo que acatar de inmediato el mando que Sir Alex Ferguson ejercía por entonces en Old Trafford. Y el que el capitán Ryan Giggs ejercía en el campo. Y es que, según ha desvelado este fin de semana el noruego Ole Gunnar Solskjaer, excompañero de ambos en el Manchester United, Cristiano Ronaldo tuvo un encontronazo con el galés que acabó con el portugués empujado contra la pared.
El incidente se produjo en el vestuario 'red' cuando el portugués apareció en un entrenamiento con una coca-cola que se disponía a beber. En ese momento, Giggs la tomó con el joven Cristiano, al que le tiró la bebida azucarada y le gritó: "¡No vuelvas a hacerlo nunca más!".
La revelación de Solskjaer parece confirmar las declaraciones de Cristiano, que hace unos meses afirmaba que en su época en el United no tuvo muy buenas relaciones con compañeros como Giggs, Scholes o Rio Ferdinand. Este último llegó a reconocer que se reían del portugués en el vestuario.