Wenger pesca en la liga española para asaltar la Premier
El Arsenal apuesta por Mustafi y Lucas Pérez, del Dépor, como los refuerzos necesarios para pelear la Premier. Con estas dos incorporaciones superan los 100 millones de inversión este verano.
27 agosto, 2016 00:12Noticias relacionadas
En la Premier de Guardiola, Mourinho, Conte y compañía, el francés Arsène Wenger es toda una institución. El entrenador del Arsenal lleva más tiempo en el cargo que la suma del resto de técnicos de la liga inglesa. Una cifra digna de elogio y también de reflexión: ¿Justifican sus últimos años esa apuesta continuista? El último partido de la campaña pasada dejó claro que esta pregunta ya sobrevuela el Emirates -aunque de forma minoritaria-. Los gritos en contra de Wenger eran acallados por la mayoría de la grada pero resumían a la perfección cómo las pancartas con el lema 'Time for change' y 'Wenger OUT' han pasado de anécdota puntual a tónica habitual. Lo único que unía a seguidores y detractores era una crítica conjunta: el Arsenal debe gastar más en fichajes. Arsène Wenger recoge el guante, con las incorporaciones de Shkodran Mustafi y Lucas Pérez el Arsenal ha invertido 107 millones de euros en lo que va de verano.
Fuera excusas para el curso más inestable de entrenador francés en Londres que además tiene ante el Watford un examen para enderezar un inicio con más dudas que certezas.
Dos fichajes balsámicos
El verano estaba siendo un constante quiero y no puedo del cuadro gunner. Desde la pronta llegada de Granit Xhaka contaban por negativas todos sus acercamientos a jugadores de élite. La afición comenzó a alzar la voz viendo cómo la competencia arrancaba proyectos ambiciosos (City, United o Chelsea). El propio Wenger aceptaba la realidad: “Nos está costando conseguir los jugadores que necesitamos”. Los fichajes de Mustafi por 40,9 millones de euros y de Lucas Pérez por 20 -una de esas gangas de nuestro fútbol en comparación con los precios Premier- devuelven la ilusión a la afición y el aire a un Wenger que se asfixiaba en una plantilla corta.
Los objetivos del verano estaban claros: central, medio y delantero. Unas urgencias que aumentaron con las lesiones de los defensas Mertesacker y Gabriel. En el Emirates estas incorporaciones devuelven la fe y el optimismo desmedido que caracteriza a su afición. Algunos como el ex futbolista Ray Parlour en Sky Sports ya han mostrado su alegría: “El puesto de central era la mayor prioridad del club. Después un delantero que complete la plantilla porque en el medio la competencia es muy alta. Si acierta con los refuerzos en esos puestos, el Arsenal puede luchar con el resto de candidatos por ganar el título”.
Caretas y talonario fuera
Mientras los fichajes de primer nivel no llegaban y la afición se impacientaba, la maquinaria de scouting de Wenger siguió en marcha. Reforzó la plantilla con los jóvenes Asano (cedido al Stuttgart) y el prometedor central inglés Holding. De hecho, el buen rendimiento de éste último en pretemporada le sirvió de escudo al técnico francés frente a las quejas por no gastar: “Siento que Holding no haya costado 55 millones”. La realidad es que Wenger siempre ha destacado como un crítico feroz contra los precios de la Premier, pero la austeridad del Arsenal ya acabó.
Al cambiar de estadio el club tuvo que apretarse el cinturón, pero desde el verano de 2012, cuando vendieron a Song y Robin van Persie para cuadrar balances (12 millones de beneficio entre fichajes y ventas aquel año), han invertido como los grandes: 37 millones en el estío de 2013, 77 el curso siguiente, 14 hace un año y 107, de momento, en la temporada que arranca. Los precios están elevados para todos, pero el Arsenal tampoco ha tenido miedo a gastar en Alexis, Özil, Xhaka (el pivote defensivo más caro del fútbol) o Mustafi (el cuarto fichaje más caro en la historia del club).
El Arsenal gasta como un grande, hace años Wenger exprimía al máximo a una plantilla lejos de los favoritos, ahora sabe a poco el registro de un Arsenal que ha invertido 235 millones en los últimos cuatro años y sigue sin reconquistar la Premier. De conseguir su primera Champions mejor ni hablamos.
Mustafi, entre la lógica y la enfermería
El Arsenal apostó fuerte por Chambers hace dos años para ser su central de futuro y la apuesta ya se da por descartada. También creyeron en Gabriel quien estaba dejando mejor sabor de boca pero tampoco se ha impuesto con claridad. Además, las constantes lesiones del Arsenal, entre ellas, la de un Mertesacker asiduo a la enfermería, obligaban a reforzar la zaga. Mustafi es otro gran envite en lo económico pero también un salto de calidad en lo futbolístico. No es un proyecto, es una realidad.
El central alemán aportará la agresividad necesaria a una defensa muy blanda, además su gran dominio de las entradas a ras de suelo encaja con un Arsenal que defiende lejos de su portería. Mustafi cobra sentido para corregir con muchos metros a su espalda, para abarcar ancho de campo y con la polivalencia que da a una plantilla corta (como central puede jugar en ambos costados y en ocasiones ha sido lateral). Y por supuesto, el denominador común en los centrales que firma Wenger, salida de balón limpia y segura. Deberá adaptarse a defender los centros laterales y la corpulencia de los puntas de Premier.
Lucas Pérez y la incógnita del estilo
El delantero gallego llega a Londres con un perfil secundario. Prácticamente un desconocido que debe competir con jugadores experimentados como Giroud y Welbeck o ídolos de la afición como Walcott. La realidad es que su rendimiento reciente ha sido muy superior al de todos ellos, el atacante demostró en el Dépor una autosuficiencia decisiva: fue el goleador (17 tantos) o asistente (10 pases de gol) en el 60% de los goles de su equipo en la pasada liga.
Lucas es potencia, técnica, aceleración y movilidad leyendo los espacios para recibir abierto. No es un rematador al uso pero ha sabido adaptarse a las necesidades de su equipo en el área rival. Sin duda es un buen complemento para mezclar la movilidad fuera-dentro de Alexis y para dar líneas de pase a Özil y Cazorla. La duda es si con todos ellos, con uno de los mejores pasadores en largo como es Xhaka, la velocidad de Oxlade, Bellerín, Iwobi y con más seguridad atrás con Mustafi, ¿podría jugar el Arsenal a correr más y dejar de ser tan estático? Una duda para nada nueva pero que se potencia viendo cómo en la Premier el City, el Tottenham o el United demuestran mejores mecanismos con balón y cómo en Europa están a años luz del manejo de balón de los grandes.
En cualquier caso el Arsenal vive en una constante fecha clave, el partido contra el Watford es importante para empezar a arreglar una temporada que si parecía difícil ahora lo es más al haber empezado con el pie torcido. Mustafi y Lucas ayudan, pero Wenger necesita algo más si quiere seguir como dueño del banquillo gunner.