La falta de combustible parece ser la causa más probable del accidente de avión en el que viajaba el equipo brasileño del Chapecoense, que mató a 71 personas en Colombia. Según el diario colombiano El Tiempo, la decisión de la tripulación de no repostar en Bogotá, como estaba previsto, y la situación de emergencia de otro avión, cuando el vuelo del Chapecoense se acercaba al aeropuerto de José María Córdova, dictaron el fatal desenlace.
Ximena Suárez, la auxiliar de vuelo que ha sobrevivido al accidente, ha asegurado que la aeronave "se apagó por completo" y "tuvo un fuerte descenso" antes de sufrir "un gran impacto" contra tierra en la zona de Cerro Gordo de la Unión, según informa el diario El Colombiano.
"El avión se apagó por completo y tuvo un fuerte descenso, seguido de un gran impacto", relató Suárez a los equipos de rescate cuando le encontraron consciente, junto a las otras seis personas que sobrevivieron al siniestro, una de las cuales falleció durante el traslado a un centro hospitalario.
Suárez trasladó su testimonio a los especialistas de rescate cuando le encontraron en torno a las 0.30 horas del martes, horas después del impacto contra el suelo, a decenas de kilómetros del destino del vuelo.
No hubo explosión tras el impacto
Las investigaciones de la Aeronáutica Civil aún no han concluido, pero hay varios indicios que apuntan a la falta de combustible, entre ellos el hecho de que no hubiera explosión tras la caída del avión.
La misma posibilidad fue anunciada por el presidente de la Asociación Colombiana de Aviadores Civiles, Jaime Alberto Sierra, en entrevista a la televisión Caracol. Sierra divulgó que el piloto del avión accidentado habría pedido prioridad para aterrizar en el aeropuerto de Medellín, pero que otro avión había conseguido preferencia justo por tener problemas de combustible. Según El Tiempo, la tripulación del Avro RJ85 avisó la torre de control de que necesitaba aterrizar con urgencia por problemas de abastecimiento pero lo hizo tarde.
Fuentes citadas por el diario colombiano dicen que las autoridades le dieron luz verde de inmediato en cuanto comunicaron el problema de falta de combustible. Habría sido entonces cuando se produjo un fallo técnico y la aeronave desapareció del radar.
También Miguel Borja, delantero del Atlético Nacional, adversario del Chapecoense en la final sudamericana, ha declarado que los aviones de la compañía solían volar con el combustible justo y que varias veces habían tenido miedo. "Hemos viajado en ese avión y conocíamos a la tripulación. Nos daba miedo porque la nave es muy pequeña y varias veces ha tenido que parar en aeropuertos para repostar, porque de lo contrario no alcanzaría el destino", ha dicho a la televisión colombiana Kick Off.
El rescate de Neto
Horas después del siniestro, los servicios de emergencia lograron dar con un superviviente inesperado, el jugador Neto, que fue rescatado en pésimas condiciones debido a las múltiples fracturas que sufrió durante el accidente y que tuvo que ser evacuado de urgencia a un hospital.