Si algo tiene claro el madridismo es que el cabezazo de Sergio Ramos en Lisboa en el minuto 93 fue tan importante en la Décima como la actuación de Carlos Henrique Casemiro en Dortmund apenas un par de meses antes. Aquel día, en el Signal Iduna Park, con el muro amarillo empujando a un Borussia desbocado, el medio brasileño se convirtió en el stopper que es hoy. Aquel día se dio a conocer al mundo entero. Aquel día nació como futbolista indiscutible en un Real Madrid que ya suma tres títulos de Champions desde entonces y que este martes vuelve a visitar el estadio teutón como ya ha hecho en cuatro de las últimas cinco edición de la Liga de Campeones.
El 8 de abril de 2014 es una fecha especial. Y el antiguo WestfalenStadion siempre será un estadio especial. Aquel día, en lo que tuvo tiempo del minuto 73 al pitido final, el brasileño, procedente del Sao Paulo, un año primero en el Castilla antes de la convocatoria de Carlo Ancelotti, Casemiro mostró las armas que desarrollaría después en Oporto y que hoy le valen la consideración de muchos aficionados blancos como heredero indiscutible de Claude Makelele.
Aquel día, la figura de Casemiro, se derroche físico, su presión y su capacidad de sacrificio detuvieron la estampida de un Dortmund que en 37 minutos mandaba 2-0 y estaba cerca de igualar el 3-0 con el que los blancos habían dado por muerta la eliminatoria en el encuentro de ida en el Santiago Bernabéu. No se rindieron los alemanes, tampoco Casemiro.
"Jugar en Dortmund es especial porque fue ahí donde empezó todo para mí", recuerda Casemiro en una entrevista con Codere. "La afición apretará mucho y es difícil jugar allí. Ellos tienen un buen equipo, pero creo que estamos preparados para hacer un buen partido. Será exigente".
El brasileño eleva la cultura de trabajo por encima de todo para triunfar en un inicio de temporada en el que ha añadido pegada a su juego. "Me gusta mucho trabajar y a veces demasiado. Sé que mi trabajo no es marcar goles pero está saliendo bien y eso es bueno para mí y para el equipo". "La gente y los rivales no se imaginan tanto que vaya a meter goles, por eso creo que es bueno apostar por que marque y así tener una sorpresa", analizó.
El mejor Dortmund de la historia
No será sencillo en ningún caso. Ni que marque Casemiro ni que los pupilos de Zinedine Zidane salgan con una sonrisa de su visita a Dortmund. Primero porque el técnico francés aún no sabe si podrá contar con Tony Kroos en la medular. Y, segundo, porque la lista de bajas parece interminable: Marcelo, Theo Hernández, Jesús Vallejo, Mateo Kovacic y Karim Benzema. Además, solucionar la falta de pegada de las últimas fechas y la inestabilidad defensiva serán tareas complejas en una de las grandes plazas europeas.
Y no será complejo únicamente por el Real Madrid, sino porque el Dortmund, ahora mismo, da miedo. Es líder indiscutible de la Bundesliga después de vapulear 6-1 al Borussia Mönchengladbach, se encuentra inmerso en el mejor arranque liguero de toda su historia y su balances goleador es abrumador: 19 goles a favor y sólo 1 en contra desde que comenzó la temporada 2017-2018. Sin embargo, la gran amenaza de los pupilos de Peter Bosz no está en sus puntos fuertes, sino en la ansiedad, pues la derrota ante el Tottenham en la primera jornada de la Champions (3-1) le deja en una posición tan delicada que no puede permitirse otro tropiezo más, menos aún en su propia casa.