"Muchas veces se escribe en los medios sobre esas llamadas gestas heroicas en el deporte en general, pero el comportamiento heroico fue el de Ignacio Echeverría y aquello que hizo para salvar la vida de otras personas en la noche del 3 de junio de este año, en Londres, durante el atentado terrorista".
Mientras Rafael Nadal continuaba con su discurso en el estrado, cientos de invitados asentían, confirmaban las palabras del actual número uno del mundo de la ATP. Esos mismos invitados que habían acudido al Teatro Real de Madrid para celebrar el segundo aniversario del periódico EL ESPAÑOL, para acompañarnos en la entrega de los terceros premios Los Leones (que contaron con la colaboración de Mapfre, Samsung, KPMG, Banc Sabadell, KIA, Coca-Cola, Telefónica y Grupo Hafesa), daban la razón al ganador de 10 Roland Garros, al campeón del último US Open, al gran referente deportivo de nuestro país. Nadal, igual que hace sobre la tierra batida, la moqueta o el cemento unió a todos los presentes en comunión.
"El gesto heróico de Ignacio no quedará en el olvido. Esa muestra de ciudadanía, civismo y solidaridad nos ha llenado de lágrimas, pero también de fuerza para seguir luchando contra el terror. Todo un ejemplo para el mundo. Sus padres se pueden sentir muy orgullosos".
El discurso de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, encargado de recibir el premio a la gestión económica del conjunto blanco que ha ganado tres Champions League en los últimos cuatro años, ahondó en el mismo sentido que el de Nadal y señaló la dirección en la que giró todo el acto del segundo aniversario de EL ESPAÑOL.
En un evento en el que se premió al Real Madrid y a Rafael Nadal, al que acudieron José Ramón Lete, secretario de Estado para el deporte; Juan Luis Larrea, presidente de la Real Federación Española de Fútbol; Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid acompañado por los capitanes Sergio Ramos y Marcelo; Sergio Llull, jugador del Real Madrid de baloncesto; Anabel Medina, nueva capitana del equipo español de Copa Federación; o Koki Martí, director de la Ciudad de la Raqueta, entre otros, el verdadero protagonista no fue el deporte.
Ignacio Echeverría, el héroe del monopatín, el joven madrileño que se dejó la vida por defender a otros del terror, por proteger a desconocidos de la barbarie del terrorismo yihadista en aquel ataque que sufrió la city londinense el pasado mes de junio, fue el héroe de una noche donde también recibió su premio, donde logró el reconocimiento merecido, aunque tuvieran que ser sus padres quienes, por desgracia, recogieran el galardón.
"Gracias, gracias Pedro J, gracias Rafa y gracias Florentino". El de Ana, la madre de Ignacio, fue el discurso más corto de todos cuantos se escucharon en el Salón de Baile del Teatro Real. Sin embargo, el suyo fue el más aclamado. Lo aplaudió el público, lo aplaudió Pedro J. Ramírez, lo apludió Florentino Pérez y lo apludió Rafael Nadal. La explicación la dio el tenista -"El comportamiento heroico fue el de Ignacio Echeverría"- y por eso en una gala claramente marcada por el mundo del deporte, los aplausos fueron para el joven del monopatín.