La carrera de Bruno Hortelano (18 de septiembre de 1991) había sido meteórica hasta 2016. El español, nacido en Australia por motivos laborales de sus padres como científicos especializados en microbiología molecular, se había convertido en el gran referente del atletismo nacional y la gran esperanza para las pruebas de velocidad, una especialidad que hasta entonces había dado escasas alegrías en los medalleros.
Con la irrupción de Hortelano, España tenía a un atleta capaz de batir a un medallista olímpico como el jamaicano Yohan Blake en las series de unos Juegos Olímpicos. Aquel tiempo de 20.12 en 200 metros lisos significaba un nuevo récord nacional. Esa marca también le hubiera servido para pisar el pódium, ya que es la misma con la que el francés Lemaitre consiguió el bronce por detrás de Usain Bolt y De Grasse.
Sin embargo, el español cayó eliminado en las semifinales al bajar a 20.16 y quedar cuarto de una serie en la que ganó el panameño Alonso Edward. Daba igual, porque Bruno Hortelano ya había demostrado de lo que era capaz y, con solo 24 años, su verdadera oportunidad en los Juegos Olímpicos llegaría en Tokio.
Pero todo se paró cuando el 5 de septiembre de ese mismo año sufrió un grave accidente de coche. Los médicos consiguieron, no sin un gran trabajo, salvar la amputación de su mano derecha. Sin embargo, las intervenciones quirúrgicas a las que se sometió provocaban series dudas sobre su futuro en el atletismo. Bueno, a todos menos a Bruno Hortelano.
El atleta ha tenido que pasar por un duro camino lleno de dolores y sesiones de rehabilitación interminables hasta llegar a volver a batir su propio récord de España en 200 metros. Fue en Getafe, en los Campeonatos Nacionales, y en semifinales. No estaba previsto que Hortelano forzara en esta serie, de hecho se dejó ir los últimos metros, pero demostró una vez más que ha vuelto más rápido y más fuerte que nunca.
Lloró. Sus lágrimas eran de alegría, pero también de reconocimiento a todas las personas que han estado a su lado en esta travesía. Con un sentido abrazo así se lo demostró a su representante, Alberto Armas. "No he podido parar de llorar porque me han venido los recuerdos de estos dos años tan difíciles. He mirado el guante en la mano, pero todas las experiencias me han ayudado a ser la persona que soy", afirmó tras la prueba.
El Europeo y bajar de los 20 segundos
La fortaleza mental de Hortelano se demuestra también en sus reflexiones. "Siempre dije que si volvía era para estar al 110 por cien", aseguró con la autoridad de haber ganado la carrera más difícil de su vida. Ahora disfruta más que nunca sobre el tartán. Es feliz y sigue con la misma constancia y cultura del esfuerzo que le llevó a ser la gran esperanza blanca en una prueba dominada habitualmente por atletas de color.
De hecho, solo cuatro atletas blancos han logrado bajar de los 20 segundos en la historia: Pietro Mennea, Kenteris, Guliyev y Lemaitre. El español buscará en Berlín unirse a ese selecto grupo y revalidar su título europeo. Será su gran momento de la temporada, aunque en Getafe se reencontró con su mejor versión en su prueba fetiche.
En la final, tras la emoción de por la mañana, Hortelano se quedó en 20.15 aunque dominó sin oposición. El Estadio Olímpico de Berlín será un escenario ideal para volver a hacer historia, aunque Bruno Hortelano ya sabe que se ha impuesto en su carrera más difícil: la de vida. "Hoy finalmente he regresado a la forma que quería. Más allá de las marcas y el oro, esto es una victoria personal", afirmó con fuerza. Y todo a base de trabajo e ilusión por volver a disfrutar.