Madrid es una de las ciudades más visitadas de Europa. En 2018 recibió a 10,2 millones de visitantes, un 2,7% más que el año anterior. Una tendencia al alza que se espera repetir a lo largo de 2019, según el Anuario de Turismo que elabora la empresa municipal Madrid Destino.
Pero a todas estas personas que visitan la capital española durante todo el año se sumarán los miles de aficionados de Liverpool FC y Tottenham FC que disfrutarán, el 1 de junio, de la final de la Champions League, el acontecimiento más esperado del fútbol europeo que, una temporada más, patrocina Banco Santander.
Los acontecimientos deportivos de esta magnitud son un desafío para las ciudades que los albergan a nivel de seguridad, economía y transportes. En este caso, el partido se celebrará en el nuevo estadio del Atlético de Madrid, el estadio Metropolitano, que debe su nombre al primer gran estadio en el que jugó el equipo madrileño hasta 1966.
Por ejemplo, la última final de la Champions, celebrada en Kiev en 2018, generó un impacto económico de más de 50 millones de euros en la ciudad, cifra similar a la que se estima obtener en esta ocasión en la capital española -podría alcanzar los 60 millones de euros- entre los días previos al encuentro y el día del partido. Sin embargo, el éxito de un evento de tal calibre depende de muchos factores y para ello Madrid comienza a prepararse desde ya, al milímetro: transporte, seguridad, hoteles, restaurantes… Nada puede fallar el 1 de junio.
El reto del transporte
El primer objetivo de los aficionados, una vez logrado -y celebrado- el pase a la final, es llegar hasta la ciudad anfitriona y poder disfrutar del encuentro en directo. El buen funcionamiento del transporte será fundamental ante la llegada de las distintas hinchadas y, por eso, los principales servicios de la capital ya se preparan para recibir a viajeros llegados de todas partes de Europa.
Madrid, que ya ha acogido este evento en anteriores ocasiones -la última en 2010- es una ciudad sobradamente preparada, aunque toda precaución es poca teniendo en cuenta algunos de los problemas que surgieron el año pasado durante la celebración de la Champions en Kiev, cuando 2.000 socios del Real Madrid tuvieron que devolver su entrada por la falta de vuelos para llegar a la capital ucraniana.
El Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, quinto aeropuerto europeo en tráfico aéreo, que cerró 2018 con un récord absoluto de 57,8 millones de pasajeros, prevé en las próximas semanas la creación de un dispositivo especial ante la final de la Champions en los días anteriores al encuentro para reforzar la seguridad en el aeropuerto así como los servicios de transporte que tengan allí su origen.
El plan de medidas de refuerzo de servicios e instalaciones del aeropuerto se pondrá en marcha entre el 30 de mayo y el 3 de junio. Estos días, las cifras totales previstas por AENA alcanzarán los 7.278 vuelos y 1.127.661 pasajeros. El 1 de junio, día de la final, se han programado 1.500 vuelos y 55.000 asientos adicionales, procedentes de los aeropuertos de Liverpool, Londres, Luton, Stansted y Manchester. Mientras que el día después del partido se prevén 1.744 operaciones, récord de oferta programada en la historia del aeropuerto en un día (hasta ahora el máximo habían sido 1.500 vuelos).
Para responder al incremento operativo, 550 personas se han sumado al personal habitual del aeropuerto para reforzar "los efectivos de seguridad privada en los filtros de seguridad y en las terminales, así como los efectivos de operaciones (duplicando la plantilla de controladores aéreos, supervisores y técnicos de navegación aérea)", informan desde AENA. También se ampliará la información a los pasajeros aumentando el número de puntos y carteles de señalización estática, así como "los servicios de asistencia a personas con movilidad reducida, limpieza, servicios de transporte y servicio médico aeroportuario".
Por su parte, el transporte público de Madrid (metro y autobús) también se prepara para la llegada de los aficionados. Como suele ocurrir en este tipo de eventos, aumentará la frecuencia de ambos servicios, reforzando las líneas afectadas. Podemos esperar que, tomando como ejemplo la final de Copa del Rey el año pasado, también celebrada en el estadio Metropolitano, se refuercen las líneas de metro 7 y 5 y que el servicio se alargue más allá de su horario de cierre habitual. Horas antes del partido, el objetivo es facilitar la movilidad de los aficionados y no colapsar los servicios de transporte, por lo que en ocasiones se han provisto líneas de autobús denominadas ‘lanzadera’, que realizan un trayecto directo hasta el estadio.
Todos los servicios especiales de transporte que se proporcionarán con motivo de la final de la UEFA Champions League tienen como objetivo que los aficionados solo tengan que preocuparse por disfrutar del encuentro más importante del fútbol europeo.
Por su parte, Banco Santander, como patrocinador oficial de la UEFA Champions League, busca que esta final sea una experiencia digna de recordar para todos los amantes del fútbol. Para ello, cuenta con la labor de 1.000 voluntarios que estarán a disposición de todos los ciudadanos y amantes del fútbol realizando labores de información.
Se colocarán stands de Banco Santander en puntos clave de la ciudad: Plaza Mayor, Atocha, Nuevos Ministerios y el aeropuerto, en los que se repartirán mapas de la ciudad, merchandising y se ofrecerán tours turísticos por la capital. Los voluntarios serán los mejores embajadores de la ciudad para todos los aficionados ingleses que se trasladen hasta Madrid.
Banco Santander, patrocinador de la UEFA Champions League, apuesta por el fútbol, sus valores y su potencial como motor de progreso. Porque el fútbol puede inspirar a las personas y a la sociedad a mejorar su vida. Porque el fútbol lo puede todo.