La muerte de Blanca Fernández Ochoa engrosa la relación de pérdidas prematuras en el deporte español, impactado hace poco más de tres meses por el fallecimiento en accidente de tráfico del futbolista sevillano José Antonio Reyes y que tuvo que decir adiós antes de tiempo a figuras y pioneros como Ángel Nieto, Severiano Ballesteros y María de Villota, entre otros.
Mientras prosigue la investigación para esclarecer las causas de la muerte de la exesquiadora, localizada ayer en la zona de la sierra de Madrid en Cercedilla después de haber desaparecido el 24 de agosto, el mundo del deporte prepara la despedida para la primera mujer que logró una medalla olímpica, en los Juegos de Invierno de Albertville'92.
La familia Fernández Ochoa, toda una referencia ineludible para el mundo del deporte español, concretamente del esquí alpino, protagonizó el primer gran momento de gloria en Sapporo'72 con el oro olímpico de Paquito, carismático y querido por todos.
El mayor de la saga de los Fernández Ochoa, fallecido a causa de un cáncer en 2006 también con 56 años, sigue siendo el único campeón olímpico invernal español. Y hasta que se subió al podio Blanca, fue el único medallista hispano en unos Juegos de Invierno.
Hace poco más de tres meses el deporte español lamentó un grave accidente de tráfico que costó la vida del futbolista internacional José Antonio Reyes -en el que también perdió la vida un primo del jugador el pasado 1 de junio.
Hace dos veranos el adiós fue el de campeonísimo Ángel Nieto. El piloto zamorano murió a los 70 años víctima de un accidente el 8 de agosto de 2017 en Ibiza cuando conducía un quad.
Sus '12+1' campeonatos del mundo dicen prácticamente todo de un deportista que colocó a España en el mapa del motociclismo como también hizo Severiano Ballesteros con el golf. El cántabro falleció a los 54 años el 7 de mayo de 2011 tras haber luchado dos años y medio contra un tumor cerebral.
Bicampeón del Masters de Augusta (1980 y 1983), tricampeón en el Open Británico (1979, 1984 y 1988) y cinco victorias en el World Match Play y cuatro Ryder Cup, una de ellas como capitán, son la herencia que Ballesteros dejó para el palmarés deportivo español.
La piloto de fórmula uno María de Villota protagonizó otro adiós anticipado en octubre de 2013, pero su legado sigue vivo. Un año después de sufrir un grave accidente mientras probaba un fórmula uno, en el que perdió el ojo derecho, murió el 11 de octubre de 2013 poco antes de pronunciar una conferencia en Sevilla.
Villota tenía 33 años, una edad que había superado el waterpolista Jesús Rollán, campeón olímpico (Atlanta'96) y del mundo (Perth'98), y que no cumplió el ciclista José María "Chava" Jiménez, uno de los escaladores más carismáticos, retirado a los 31 años por una depresión.
"Chava" falleció con 32 el 6 de diciembre de 2003 en una clínica psiquiátrica y Rollán con 37, en marzo de 2006, al precipitarse a la calle desde una terraza del balneario de La Garriga (Barcelona), en el que llevaba meses en tratamiento médico, terapia sufragada íntegramente por el COE, al que había acudido en busca de ayuda el propio ex waterpolista.
También una depresión precedió al fallecimiento el 8 de mayo de 2014 del saltador de longitud Yago Lamela, que fue localizado muerto en su domicilio familiar de Avilés (Asturias). El atleta, considerado el mejor saltador español de la historia, había caído en una gran depresión a raíz de las lesiones que le obligaron a retirarse en 2009.
Todos ellos son parte de la historia del deporte española, que también guarda un sitio a otros de sus referentes como Fernando Martín, el primer español que jugó en la NBA, muerto en diciembre de 1989 en un accidente de tráfico; Juan Gómez "Juanito", el mítico 7 del Real Madrid fallecido en las mismas circunstancias en abril de 1992 cuando regresaba de ver un partido entre el club blanco y el Torino, además del ciclista Luis Ocaña, que se quitó la vida en 1994, y el boxeador José Manuel Ibar "Urtain", que saltó por el balcón de su casa en 1992 cuando tenía 49 años.
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