El documental sobre el Movistar Team en las grandes vueltas de 2019 nos enseña el lado más íntimo del equipo de Eusebio Unzué en una temporada de éxitos y fracasos. De gloria e infierno. De lucha, algunas veces ante los Roglic, Nibali, Bernal y compañía y otras entre los propios líderes de la escuadra telefónica.
A pesar de las reticencias que uno puede tener a la hora de ver un documental de este tipo por el filtro propio de la edición, la realidad es que el producto resultante es atractivo, adictivo y de una excelsa calidad. Movistar enseña (casi) todo. Incluida la guerra de guerrillas entre Landa y Quintana por el liderazgo en el Tour de Francia o la polémica salida de Carapaz del equipo tras ganar el Giro.
También este serial de seis capítulos, que engancha de tal manera que no podrás parar entre uno y otro, muestra al aficionado y espectador el trabajo interno con un gran protagonismo para los directores deportivos. La figuras de José Luis Arrieta, 'Chente' García Acosta y Pablo Lastras, gregarios durante sus carreras a las órdenes de Unzué, emergen como responsables del grupo en carrera y como continuadores de la filosofía y mano dura que siempre han caracterizado a Eusebio y al propio Echavarri desde la fundación del Reynolds.
La savia nueva la pone Sciandri, que se ha adaptado a las mil maravillas a la escuadra a pesar de no haber corrido nunca a las órdenes de Unzué, y la experiencia un Jaimerena que lleva al lado de su paisano desde 1985. Quizá los directores sean los que más reforzados salen de este documental porque cada uno, con su personalidad, sumerge al espectador en las alegrías y tristezas de la carrera.
Del bonachón y simpático 'Chente' al siempre serio Lastras. Del espíritu de equipo de Sciandri a la autoridad de Arrieta. Todos ellos, con sus personalidades, equilibran la mano izquierda y derecha para llevar a un grupo lleno de egos pero en el que también brillan las muestras de compañerismo.
Es ahí donde la figura de Mikel Landa también sale reforzada ante Nairo Quintana. El alavés demostró en el Giro que no tuvo ningún problema en ayudar a Carapaz para ganar la carrera aunque fuera en perjuicio de su propio podio. Sin embargo, el colombiano demostró en Tour y Vuelta ir por libre y estar pensando ya más en su salida que en otra cosa. Como bien dice y repite Unzué, "su etapa se había acabado en Movistar".
'El día menos pensado' se convierte en documento ciclista obligatorio para todo aficionado de este bello y sufrido deporte. Una cara que no se ve de este deporte, como el peso en la cabeza y en las piernas de Valverde por lucir el arcoíris en la primera parte de la temporada. Luego al final ya sabemos cómo acabó, con el 'Balica' en el podio de Madrid.
El confinamiento también sirve para esto, para reencontrarse con el ciclismo aunque sea en forma de documental. Pero esta serie, mezclada en una buena dosis con las carreras vintage de Teledeporte, quita al menos un poco el mono.
Y es que también gracias a esas reposiciones hemos podido disfrutar con la subida de 'Perico' Delgado al Alpe d'Huez en el 1988 para vestirse de amarillo en el Tour que ganó. Con esas motos de la televisión gala que cortaban 'accidentalmente' los intentos del colombiano Parra y del segoviano para favorecer los intereses los ciclistas franceses. Era otro ciclismo. Era otra época. Pero era espectacular.
O hemos podido también volver a sufrir con aquella rueda pinchada de Olano en el Mundial de Colombia de 1995 y yo recordar los nervios de mi tío Luis Luengo, mecánico de la selección, junto a Pepe Grande en el coche. O ver a mi otro tío, Ángel Barrado, 'El Francés', celebrar en la meta de Duitama el doblete español tras el esprint de Induráin. Todo ello con la voz inimitable del eterno Pedro González.
Ciclismo de antaño que evoca grandes alegrías y que sirve, junto al sobresaliente documental de Movistar, para analizar cómo ha cambiado este deporte. Quizá antes era más heroico y espectacular, pero Unzué y los suyos nos demuestran que la esencia continúa siendo la misma.