La sorprendente salida de Albert Soler del Consejo Superior de Deportes no fue por decisión unilateral del hasta ahora director general, sino que estuvo motivada por una pérdida de confianza de José Manuel Franco tras varios desencuentros con el exdirector de deportes profesionales del Fútbol Club Barcelona.
La relación entre ambos durante el año y medio que Albert Soler ha estado en el CSD ha sido difícil y en muchos momentos de alta tensión. Soler intentó sin éxito promover la inhabilitación de Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol y chocó con Franco durante la negociación para la creación de La Liga de Fútbol Femenina (ahora llamada Liga F).
Según diversas fuentes a las que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, Soler se posicionó a favor de que la presidencia de la Liga-F fuera a parar una "conocida exjugadora del FC Barcelona". Además, en las negociaciones para la nueva Ley del Deporte, siempre defendió en privado los postulados que LaLiga y Javier Tebas anhelaban en contra de los intereses de la RFEF, del Real Madrid y del propio FC Barcelona del que Soler salió tras la llegada de Joan Laporta a la presidencia.
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Los movimientos de Soler hicieron desconfiar a José Manuel Franco de su trabajo en el CSD. De hecho, varias son las personas del mundo del deporte que se muestran "decepcionadas" con Albert Soler durante los últimos meses. La desconfianza hacia Soler se incrementó cuando OK Diario publicó unas grabaciones a Gerardo González, antiguo candidato a la presidencia de la RFEF, y a Javier Tebas en las que el primero de ellos asegura que "Albert sabe todo de primera mano. Hemos hecho unas reuniones súper confidenciales".
Estas revelaciones sorprendieron en todos los estamentos del deporte en España, sobre todo porque Albert Soler había mantenido siempre una buena relación con Rubiales y la RFEF hasta ese momento. Su reciente buena sintonía con Javier Tebas provocó una serie de desencuentros entre el exdirectivo del FC Barcelona y el presidente del CSD.
A pesar de todas las presiones, Franco se ha mostrado siempre ecuánime en la guerra del fútbol y no permitió el plan que quería inhabilitar a Luis Rubiales a través del TAD para poner una gestora, algo que podría haber terminado con la FIFA expulsando a España de todas las competiciones internacionales tanto de clubes como de selecciones.
Albert Soler llegó al puesto de director general del CSD tras haber pasado siete años como director de deportes profesionales del FC Barcelona con Bartomeu como presidente del club azulgrana. Antes, Soler había sido Secretario de Estado para el Deporte en 2011 y Director de Deportes del Ayuntamiento de Barcelona entre 1999 y 2005 con el PSC.
El CSD pactó con Albert Soler una salida tranquila y pacífica a principios de 2023, aunque el primer paso lo dio el propio José Manuel Franco y no el director general. La relación laboral entre ambos era ya insostenible por una pérdida de confianza que se había ido agravando con el paso del tiempo.
Al ser cuestionado por EL ESPAÑOL sobre estas informaciones procedentes de diferentes fuentes, el CSD mantiene, sin embargo, su versión oficial y asegura que Soler decidió abandonar su puesto "al haber terminado sus retos" en dicho cargo y "por su expreso deseo de centrarse en nuevos objetivos personales".
Ahora, Soler no podrá realizar ningún trabajo vinculado al deporte durante los próximos dos años según recoge la ley. El ya exdirector general del CSD lleva meses en busca de un nuevo futuro laboral, aunque de momento se ha encontrado con todas las puertas cerradas debido a su acercamiento a Javier Tebas en los últimos tiempos.