La hípica ha vivido su propio 'caso Rubiales'... sin polémica. Sean Kirrane, un joven jinete irlandés, cosechó el mayor éxito de su carrera tras vencer en la Breeders’ Cup (la copa de Criadores, en español) en la carrera de Nunthorpe Stakes del Grupo 1 con el caballo Live in the Dream -que cosecha un 28-1 en victorias-derrotas en su carrera-.
El dublinés, de 23 años, sorprendió a todos los apostadores al arrancar como líder de la carrera y se mantuvo en cabeza hasta el final para ganar por un cuerpo. La alegría del matrimonio De'Lemos, los propietarios del caballo, se vio reflejada cuando Jolene, la mujer de la pareja, se acercó a Kirrane y le dio un beso en la boca.
Tras el beso, Kirrane se quedó algo confundido pero con una sonrisa mientras disfrutaba su instante de gloria. De esta manera, Jolene "hizo un Rubiales" como han dicho en redes sociales al hacerse viral el vídeo del momento.
Kirrane recibió unos 353.000 euros por su histórica victoria y compartió unas palabras del emotivo momento. "Puedo decir con absoluta certeza que aún no lo he asimilado en absoluto. Todavía me siento como si hubiera ganado otra carrera, pero pasar por esa línea fue toda una sensación frente a caballos muy serios", explicó a ITV.
"Quería demostrar que soy un verdadero velocista de alto nivel y tengo que dar las gracias masivamente a los propietarios [es decir, Jolene De'Lemos y su marido] por mantener la fe en mí principalmente, pero también en Adam West, por dejarle este caballo y contar conmigo. Mantener intacta la asociación tiene mucho mérito", se limitó a declarar el jinete sin entrar a valorar el beso. La propietaria tampoco ha emitido ningún comentario al respecto.
De Rubiales a Jolene De'Lemos
El vídeo se ha viralizado en redes sociales, especialmente en el contexto de la polémica que hay alrededor del beso de Luis Rubiales a la futbolista Jenni Hermoso durante la celebración del Mundial de fútbol femenino. Ambas imágenes guardan grandes similitudes: un presidente/propietario que, pese a su figura de poder sobre la otra persona, da un beso en la boca a su subordinado (la futbolista y el jockey, respectivamente).
Una de las diferencias está en las reacciones, ya que el caso el jockey no ha trascendido más allá de las redes sociales y el de Rubiales ha llegado a la esfera política española y a la social, tanto nacional como internacional. La otra, más obvia todavía, está en los géneros que se cambian los papeles de una a otra escena, siendo la mujer la que besa al hombre en el caso que menos repercusión ha tenido. "¿Lo consideráis agresión sexual?", cuestionan algunos usuarios en Internet.