Conmoción total en Australia. La Policía trata de localizar al asesino de Lilie James, una joven de 21 años que el pasado jueves fue hallada muerta en los baños de los vestuarios de la escuela Saint Andrews, en Sidney. Las autoridades encontraron su cadáver en el interior del centro educativo después de que su padre diera la voz de alarma al darse cuenta de que su hija no había regresado todavía a casa. La joven trabajaba como entrenadora de waterpolo en el centro y era muy querida entre todos los estudiantes. Es precisamente por ello por lo que nadie puede creerse la trágica noticia que ha conmocionado a todo su entorno.
El cuerpo de la joven fue encontrado con varios golpes en el cuerpo. A pesar de que todavía no se ha realizado la autopsia, los primeros informes de la Policía hacen referencia a una supuesta muerte a martillazos. Y aunque por el momento todavía se desconoce con certeza la autoría del crimen, todas las pistas apuntan como culpable a Paul Thijssen, un joven de 24 años, exentrenador de hockey en la escuela de élite, que había mantenido una relación sentimental en secreto con Lilie durante los últimos meses.
Poco a poco se han ido conociendo más detalles de lo ocurrido durante la noche del pasado jueves. Al parecer, según ha confirmado el Daily Mail de Australia, el joven avisó a las autoridades cuatro horas después del crimen alertando de que el cadáver de Lilie se hallaba en el interior de los baños del centro educativo. De hecho, tal y como ha informado The Daily Telegraph, las cámaras de seguridad grabaron al joven saliendo del baño una hora y media después del crimen.
Han sido varios los miembros del entorno de la joven que han confirmado que Lilie había puesto fin a una relación sentimental con el presunto asesino hace apenas unas semanas. Sin embargo, los amigos de Paul se niegan a creer que el joven pueda estar relacionado con el crimen. Todos los alumnos del instituto le conocían, ya que fue durante años entrenador de cricket y hockey en la escuela.
Tal y como han informado algunas personas que conocían de primera mano al presunto asesino, el joven estuvo viviendo solo en Australia durante más de un año. Allí vivió la época de la pandemia. Y es precisamente por ello por lo que, a pesar de que varios estudiantes han confirmado que "no es psicótico", el hecho de haber estado durante tanto tiempo solo pudo haberle afectado psicológicamente.
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Desde la noche en la que sucedió el crimen, la escuela ha permanecido cerrada para los estudiantes. Únicamente se ha permitido el acceso a alumnos de un curso que debían acudir para realizar varios exámenes. Desde la escuela han ofrecido ayuda psicológica a todos aquellos alumnos que pudieran necesitarla.
"Entiendo que esta es una información muy perturbadora y preocupante y quiero apoyar a nuestra comunidad de alumnos en todo lo que podamos", dijo Julie McGonigle, la directora del centro, a través de un correo electrónico enviado a los estudiantes. Los padres de los alumnos recibieron un correo la misma noche del crimen en el que se informaba que la escuela estaría cerrada la próxima semana.
Aunque todavía no se ha confirmado de forma oficial quién ha sido el autor del crimen, la Policía informó desde un primer momento que a quien buscaban como principal sospechoso era a Paul Thijssen. "Estamos buscando a un hombre de poco más de 20 años. Es empleado de la escuela. No queremos hacer ninguna suposición sobre el hecho de que esa persona pueda haberse quitado la vida, pero esa es sólo otra línea de investigación que estamos analizando en este momento", dijo la Policía horas después de lo sucedido.
Días después de la tragedia, la Policía trata todavía de localizar al presunto asesino. Durante las últimas jornadas, han sido muchos los alumnos de la escuela que se han acercado a casa de los padres de Lilie a expresar sus condolencias. Sin embargo, el padre de la joven ha rechazado recibirlos debido a la situación tan complicada que están atravesando.
En el centro donde trabajaba la joven como entrenadora de waterpolo todo el mundo la recuerda. De hecho, durante los últimos días, decenas de alumnos han improvisado un altar en honor a Lilie con flores y mensajes en memoria de la víctima.