En medio de un aguacero que inundó el Coliseum durante la primera parte, Getafe y Las Palmas empataron 3-3 entre una lluvia de goles con la que ambos equipos se anularon en su objetivo de engancharse a la pelea por jugar la próxima temporada en Europa.
Tanto para los hombres de Bordalás como para los de García Pimienta el duelo era decisivo para definir los objetivos finales de ambos equipos este curso. Aunque la permanencia no es matemática, salvo sorpresa, es un hecho para los dos. Objetivo cumplido. Europa, sin embargo, antes del pitido inicial, aún estaba a una distancia considerable: a ocho unidades de distancia del conjunto azulón y a seis del canario.
Por eso, una derrota, sobre todo para el Getafe, podría ser definitiva en la pelea continental. Y acabar las últimas jornadas en tierra de nadie, no es plato de buen gusto. Por eso, el choque era trascendental para ambos.