Giménez, hablando con los aficionados más radicales del Atlético de Madrid.

Giménez, hablando con los aficionados más radicales del Atlético de Madrid.

Deportes INTERIOR

El Atlético de Madrid impidió a los agentes identificar a los ultras del Metropolitano, según un sindicato policial

En la sala de coordinación, el director de seguridad y el jefe de seguridad del Atlético decidieron que no querían dar la imagen de la Policía Nacional desalojando la grada.

30 septiembre, 2024 11:46

Agentes de Policía Nacional presentes en el dispositivo de seguridad establecido para el derbi de este domingo entre el Real Madrid y el Atlético de Madrid acusan y señalan al club colchonero por impedir la actuación de los agentes para identificar o echar del campo a los ultras que enturbiaron los minutos finales del partido celebrado en la noche de este pasado domingo.

Fuentes policiales señalan a EL ESPAÑOL que el club decidió que solo actuaría la seguridad privada del estadio. Los responsables del dispositivo de Policía Nacional no pudieron identificar a nadie ni expulsar a ninguno de los radicales del campo, pese a la situación que se vivió en el Civitas Metropolitano.

En la sala de coordinación del club, el director de seguridad y el jefe de seguridad del Atlético de Madrid decidieron que no querían dar la imagen de la Policía Nacional desalojando la grada. Las fuentes consultadas en el dispositivo señalan que el Atlético decidió que ellos lo resolverían. "Mandaron a los capitanes, al Cholo Simeone, enviaron a gente del club, y no dejaron intervenir a la Policía Nacional".

Así lo explica también Ibón Domínguez, el portavoz del sindicato JUPOL, no es la primera vez que sucede. En muchas ocasiones, tal como ocurrió ayer en el Metropolitano, los organizadores del evento no permiten la actuación de la Policía Nacional dentro del estadio, quedando la función de estos agentes en una simple presencia en el interior del estadio

JUPOL insiste en que ante graves incidentes como los vividos con los ultras este domingo ponen sobre la mesa "la necesidad de que sea La Liga la que se haga responsable de los costes de los dispositivos policiales que
se llevan a cabo durante los encuentros de Liga".

Unos dispositivos que implican a una gran cantidad de policías en cada partido: con 150 agentes en los partidos con menos riesgo y con más de 400 policías en los encuentros considerados de alto riesgo. Estos operativos que suponen un gasto de más de 15 millones de euros para las arcas públicas y por tanto para todos los españoles, sean o no aficionados al fútbol.

Desde JUPOL alertan desde hace tiempo del "peligroso incremento del fenómeno ultra en los estadios españoles. Un extremo para el que no se están tomando medidas ni desde la Administración, ni desde La Liga o los equipos de fútbol".

Coste de los operativos

Por estos motivos, JUPOL reitera las peticiones a la Dirección General de la Policía para que ponga en marcha las medidas necesarias para que La Liga, como organismo privado y organizador de la competición de fútbol profesional de España, sea la que asuma los costes de los amplios operativos policiales que se despliegan cada semana en los partidos de La Liga que se celebran en España.

Una solicitud que se realiza desde la organización sindical en base a que existen precedentes de entes privados costeando el servicio de seguridad proporcionado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, tanto en el ámbito europeo, dónde El Tribunal superior de lo contencioso-administrativo de Bremen sentó jurisprudencia obligando a la liga alemana pagar los gastos policiales originados en los partidos más importantes.

Así como en el ámbito nacional dónde la Ley 10/2015, de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas en el País Vasco, establece en su artículo 111 punto 2 que los clubes pagarán 31 euros por funcionario y hora, por los servicios prestados por la Ertzaintza.

Además, la organización sindical ha denunciado las pésimas condiciones en las que los agentes de la Policía Nacional que participan en estos operativos. Unos servicios que se alargan durante varias horas y en las que ni siquiera se ofrece un avituallamiento para los agentes que se ven obligados a adquirir el mismo en los bares del estadio como cualquier otro aficionado.