Verano tras verano, las clases altas y medias de las ligas de baloncesto más pujantes reducen de forma drástica sus días de vacaciones. El porqué radica en los torneos de selecciones, que no perdonan ni un solo estío. Si no toca EuroBasket o torneo continental de rigor, lo hace el Mundial, y si no los Juegos Olímpicos. La consecuencia es que las estrellas llegan con la lengua fuera a las pretemporadas de sus respectivos clubes. Y éstas tampoco ofrecen tregua, ya que los torneos inaugurales del nuevo curso aparecen de inmediato.
La ACB no es una excepción a la regla. La Supercopa inaugurará este viernes el curso baloncestístico español por décima campaña consecutiva, con el Real Madrid como gran favorito y, a la vez, damnificado. Los ocho jugadores de la plantilla blanca que han sido internacionales en 2015 suman la friolera de 130 partidos durante el verano. Sergio Llull se lleva la palma, con 91 encuentros disputados entre la pasada campaña (75) y la selección española (16). Le siguen Felipe Reyes (90), Jonas Maciulis (90), Gustavo Ayón (89), Andrés Nocioni (88), Sergio Rodríguez (87), Rudy Fernández (80) y Willy Hernangómez (63).
Cuatro de los cinco pupilos de Laso convocados por España disfrutaron del mismo período de descanso: 36 días. Maciulis fue quien menos descansó, ya que únicamente tuvo un mes de vacaciones entre la Liga ACB cosechada en junio y la plata europea con Lituania. Por otro lado, Willy Hernangómez aprovechó la no clasificación para los 'playoffs' ligueros con el CB Sevilla para disfrutar de más de dos meses de asueto (70 días) este verano.
La Copa Intercontinental únicamente incrementó la carga de partidos de las estrellas madridistas. Los seis representantes del Madrid en la victoriosa final del reciente EuroBasket tan sólo contaron con 48 horas de permiso tras el encuentro. El equipo voló a Brasil prácticamente a la vez que recuperaba a su núcleo duro, y lo hizo para disputar no uno, sino dos partidos ante el Bauru. Nocioni y Ayón, cuya participación en el Torneo de las Américas con Argentina y México concluyó ocho días antes del Europeo, contaron con un descanso no mucho mayor. Aunque la visita a Sudamérica acabó con final feliz, aún está por ver si la forma y el fondo físicos del vigente campeón de la Supercopa también transmiten alegría.
El resto de equipos que acuden a Málaga se nutren asimismo de jugadores que han acudido a la llamada de sus selecciones en el período estival. Es el caso del Barça, que estuvo representado por Pau Ribas, Ante Tomic (Croacia), Tomas Satoransky (República Checa) y Stratos Perperoglou (Grecia) en Europa y Shane Lawal (Nigeria) en el Afrobasket. Destacan los 90 partidos de Tomic (75 club + 15 selección), con Satoransky siguiéndole de cerca (84: 71 + 13).
En Unicaja y Gran Canaria los más trabajadores han sido Mindaugas Kuzminskas, con una carga de 86 encuentros (67 + 19), y Pablo Aguilar, que participó en 68 (57 + 11). El cansancio acumulado también afecta en Málaga a los serbios Nemanja Nedovic y Stefan Markovic, además de a Richard Hendrix, nacionalizado para jugar con Macedonia. En las islas, el esloveno Alen Omic y el finlandés Sasu Salin tampoco han colgado el hábito en verano.
En definitiva, la Supercopa se presenta más como un escollo que como un auténtico reto en la antesala del nuevo año baloncestístico. Por lo visto, los altos en el camino son tabú en el deporte de la canasta.