¿Recuerdan la fábula de la cigarra y la hormiga, donde la primera haraganeaba durante el verano mientras la segunda recolectaba provisiones de cara al invierno? Pues la sección de baloncesto del Real Madrid se ha aplicado el cuento para bien. Ante los problemas físicos de hombres como Rudy Fernández o Andrés Nocioni, soluciones como la de KC Rivers, recuperado para la causa seis meses después de su partida.
Como ya adelantó EL ESPAÑOL, el escolta estadounidense se pondrá a las órdenes de Pablo Laso de forma inminente. El papeleo necesario para cerrar su regreso a las filas blancas se concretó este domingo, justo tres días después de la clasificación del Madrid para el Top 16 de la Euroliga. Por su parte, el Bayern de Múnich, ya ex equipo de Rivers, no logró pasar a la segunda fase de la máxima competición continental.
Los encuentros europeos han sido precisamente los desencadenantes de la vuelta del jugador de Charlotte. Serán los que dispute en un principio, con su concurso en ACB dependiente de posibles bajas motivadas por lesiones y del rendimiento futuro de Trey Thompkins. La condición de extracomunitario de Rivers ha obligado a esta circunstancia.
El norteamericano había acordado renovar dos años con los blancos. Sin embargo, la decisión llegó después de que su pasaporte de Guinea Bissau perdiese la condición de Cotonou al cambiar la normativa del Consejo Superior de Deportes.
El sacrificio del jugador, que hubiese renunciado al mayor salario (hasta medio millón más de euros) que le ofrecían otros equipos punteros de Europa, acabó cayendo en saco roto. Firmó por el Bayern de Múnich hasta final de año, donde ha tenido galones de estrella (15 puntos en 24.36 minutos por encuentro de Bundesliga y 10.8 puntos en 23.5 minutos por encuentro continental).
Durante el viaje de ida y vuelta de Rivers a Alemania, en el Palacio de los Deportes no se olvidaron sus 17 puntos decisivos (5/6 desde el triple) en la pasada semifinal europea ante Fenerbahçe. Tampoco las buenas actuaciones con el Bayern en los dos enfrentamientos ante su ex equipo durante la presente Euroliga, con 15 y 22 puntos respectivamente.
El propio Rivers nunca dudó en reconocer su buena adaptación al club blanco y a su idiosincrasia. “El Madrid estará siempre en mi corazón. Porque crecí con el equipo, como persona y como marido, como compañero, como jugador... y disfruté de un año histórico. Sentí que era de verdad mi casa”, declaró a AS en noviembre. Era un secundario (5.5 puntos de media en 17.3 minutos de juego entre competición doméstica y europea), pero de lujo.
Ahora, el club con el que conquistó Supercopa, Copa del Rey, Euroliga y Liga la temporada pasada repara el “corazón roto” con el que el escolta definió su no (ansiada) permanencia en la capital española.
Un Top 16 de altos vuelos
La recuperación de uno de los jugadores más añorados por la afición junto a Marcus Slaughter puede ser un nuevo estímulo para el Madrid ante los retos venideros. El equipo suma tres victorias consecutivas en Europa desde que superó al Fenerbahçe el pasado 3 de diciembre. También venció al ya ex Bayern de Rivers y al Estrasburgo para certificar el pase a la segunda ronda.
El grupo F, al que le ha llevado su balance de cinco victorias y cinco derrotas en la fase inicial, se presume el más complicado del Top 16. Así parecen dictaminarlo los rivales que acompañarán al Madrid, entre ellos dos de los cuatro españoles (Unicaja concurre en el grupo E) en liza: Barça y Baskonia.
Además, dos 'cocos' históricos como CSKA y Olympiacos aparecen en el horizonte, junto a dos viejos y peligrosos conocidos de blancos y azulgranas durante la primera fase (Khimki y Zalgiris). El Brose Baskets tampoco promete calma chicha a sus adversarios, con las emociones fuertes aseguradas en busca de cuatro plazas entre las ocho mejores escuadras de Europa.
El Madrid parece contar con más hechuras que hace un mes para intentar defender su noveno título continental. El recorrido en la ACB, donde los de Laso no pierden desde la jornada inaugural ante Valencia, continúa siendo impoluto.
Sus 10 victorias y una sola derrota en liga han tenido especial incidencia durante las últimas semanas, con seis triunfos consecutivos en estos momentos sumando los últimos triunfos en España y en el Viejo Continente.
Andorra fue la última víctima blanca este domingo (80-99), mientras la reincorporación de Rivers se cerraba en los despachos. Apuntalará el perímetro del equipo, con Rudy Fernández como gran ausente debido a su hernia discal, y quizá mejore al ya de por sí evolucionado Jeffery Taylor. En su papel de hijo pródigo del Madrid que vuelve a casa por Navidad, puede resultar todo un bálsamo de confianza ante el frío y duro invierno que ya espera a la vuelta de la esquina.