LaVine durante el concurso de mates.

LaVine durante el concurso de mates. Peter Llewellyn Reuters

Baloncesto

Zach LaVine devuelve los mates a su época gloriosa

En un apasionante duelo contra Aaron Gordon, el de los Wolves ganó el que ya muchos consideran el mejor concurso de la historia.

14 febrero, 2016 11:34

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Cómo olvidar los mates desde el tiro libre de Michael Jordan o Brent Barry. Cómo olvidar los duelos entre Dominique Wilkins y Spud Webb. Cómo olvidar a Shawn Kemp. La gloria del concurso de mates del All Star de la NBA parecía perdida en el tiempo, en las brumas del pasado. Hasta hoy, cuando Zach LaVine (Minnesota Timberwolves) se impuso en duelo épico con Aaron Gordon (Orlando Magic).

Después de unos años de 'capa caída', LaVine se encargó la temporada pasada de recuperar parte del antiguo esplendor con una sensacional actuación, pero ha sido ahora, en el Air Canada Centre de Toronto, cuando ha encontrado un rival de su nivel.

¿El mejor concurso de siempre?

El propio LaVine no dudó en calificarlo a posteriori como "el mejor concurso de siempre" y la NBA ha abierto una votación en su web para votar si, efectivamente, el mejor de la historia ha sido este o el que protagonizaron Jordan y Wilkins en 1988.

Después de la fase inicial, en la que quedaron eliminados Andre Drummond y Will Barton, los finalistas comenzaron un duelo que necesitó cuatro rondas para resolverse, ya que siete de los ocho mates ejecutados entre ambos alcanzaron la puntuación máxima de 50.

Gordon 'trasteó' con la mascota de Orlando Magic y dejó dos mates para la historia, el primero con 'Stuff' subido a una plataforma giratoria, pero sobre todo el segundo, saltando por encima de la mascota y pasándose el balón por debajo de las piernas en la misma acción. Las mayores estrellas de la NBA se abrazaban incrédulas en el banquillo.

Sin embargo, LaVine no se arrugó y empleó sus poderosos 'muelles' para encadenar mates cada vez más lejanos. No utilizó ningún ayudante en ninguno de ellos, ni falta que le hizo para asombrar al personal. En el último, saltó casi desde el tiro libre, se pasó el balón bajo las piernas y machacó sobrado. Un escolta de 1,96 metros volvía a reinar en las alturas del baloncesto mundial.

A sus 20 años, el compañero de equipo de Ricky Rubio dejaba sin palabras a un ilustre jurado formado por Magic Johnson, Shaquille O'Neal, Tracy McGrady, Dikembe Mutombo y George Gervin y se unía al selecto grupo de jugadores que han repetido título en los mates.