Difícil encontrar dos vidas tan entrelazadas como las de Carlos Jiménez y Rodrigo de la Fuente en el baloncesto español: madrileños; nacidos en 1976 (Carlos en febrero y Rodrigo en noviembre); compañeros en la selección y rivales a nivel colegial y profesional, sobre todo en aquellos míticos duelos entre Estudiantes y Barça de finales de los 90 y principios del nuevo siglo; capitanes curtidos en mil batallas; sufridores en compañía durante sus últimos días como jugadores en el Estu; adversarios de nuevo ya con la camiseta colgada, pero en los despachos, y, sobre todo, amigos.
Ahora, Jiménez es secretario técnico del Unicaja y de la Fuente mánager general del Barça. Este viernes se enfrentan, de alguna manera, con motivo de la eliminatoria de cuartos de final copera que mide a sus equipos (21:30, #0). Oportunidad inmejorable para conversar con EL ESPAÑOL sobre sus múltiples paralelismos y este reencuentro, aunque sea con americana de por medio.
Sus comienzos
Carlos Jiménez: “Mis primeros recuerdos son de cuando Rodrigo jugaba en el Colegio San Agustín, de Madrid, y yo estaba en el Colegio San Viator, también de Madrid. Nos enfrentábamos en categoría minibasket. Incluso me acuerdo del primer partido, que fue en un colegio que se llamaba Pilaritas, donde jugamos un torneo contra ellos. Su entrenador, Enrique León, me entrenó a mí luego en San Viator muchos años. Rodrigo ya era como un jugador profesional. Se cuidaba siempre mucho, era muy metódico y trabajador. Ya no sólo en la pista, sino fuera: la alimentación, las recuperaciones… Eso me chocaba, porque mi colegio era bastante más amateur y yo estaba descubriendo todo aquello”.
Rodrigo de la Fuente: “Éramos una generación muy competitiva en la selección y cada verano conseguíamos alguna medalla y estábamos en los puestos altos de la competición (un bronce europeo y otro mundial en categoría júnior). Formábamos una buena pareja, porque muchas veces jugábamos hasta los dos juntos (aleros ambos). Carlos era un gran jugador. Llevó una progresión siempre constante y aportaba un montón de cosas, como luego lo hizo también en categorías superiores”.
CJ: “Rodrigo, desde minibasket, ya llamaba mucho la atención. Es de los pocos jugadores que han estado presentes en todas las categorías de la selección nacional. Tenía muchísima movilidad, podía jugar incluso de base, era alto…”.
Internacionales absolutos por primera vez
CJ: “Hicimos un buen campeonato en el Mundial de Grecia (1998). Quedamos quintos. Ganamos todos los partidos salvo el cruce de cuartos, que por entonces era una barrera bastante importante para la selección. Quizá a nivel de clasificación no fue un campeonato de los más llamativos, pero fue el inicio de una nueva generación. Estábamos varios jugadores jóvenes con otros que ya llevaban más años. Se empezó a construir un poquito de cara al futuro”.
Plata en el Eurobasket del 99
CJ: “Estábamos en Pau, dependíamos de resultados de terceros, de un partido que había entre la selección francesa y Eslovenia. Francia ya estaba clasificada y Eslovenia se jugaba el pase, iba ganando al descanso y nos dejaba a nosotros fuera. Parecía que nos volvíamos a casa. Cosas del destino, Francia acabó ganando y nos metió en cuartos”.
RDLF: “Íbamos sin presión, pero con un equipo con jugadores de gran talento como Alberto Herreros, nuestro líder, y otros muy luchadores. Recuerdo un gran partido de Iñaki De Miguel contra la Lituania de Sabonis en cuartos. Como equipo jugamos bien, conseguimos ganar y nos medimos a Francia, la anfitriona y gran favorita, en semifinales. También conseguimos ganarles y llegamos a la final contra Italia, algo completamente inesperado. Fue un gran éxito”.
La rivalidad Estudiantes-Barça
CJ: “El Barça era nuestra bestia negra y yo creo que de todos los equipos de la ACB. Por lo menos, nosotros podemos decir que estábamos ahí presentes. Fueron años buenos en Estudiantes, en los que normalmente estábamos en semifinales y en playoffs. Siempre intentábamos luchar y competir todos los días”.
RDLF: “En esa época, tenía mucho mérito lo que hacía el Estudiantes. Los presupuestos de uno y otro equipo no eran los mismos y siempre teníamos partidos muy difíciles contra ellos. Que no parezca que era fácil para nosotros”.
2003, año redondo para Rodrigo
RDLF: “Tengo un gran recuerdo del triplete, a pesar de que la temporada fue difícil al principio, con muchos cambios: de entrenador, de jugadores… Hubo mucha presión. Al final, todo acabó bien. Primero ganamos la Copa y después llegaron la Euroliga y la Liga. Se completó todo con una plata en Suecia”.
CJ: “Ese Eurobasket fue un muy buen campeonato. Perdimos una final complicada contra Lituania. Hicieron muy buen planteamiento. Nos quedamos con la sensación de que podíamos haber ganado el torneo, pero en la final no estuvimos bien”.
La final ACB de 2004
CJ: “Fue espectacular, de los mejores recuerdos que tengo con Estudiantes. El ambiente que se vivió en Vistalegre, los partidos, cómo casi ganamos los dos encuentros del Palau… Hicimos dos partidos buenísimos en Madrid, no les dimos ninguna opción. En ese quinto partido que era un cara o cruz en Barcelona, como solía ocurrir en este tipo de situaciones, la moneda cayó del lado del equipo más favorito. Hicimos un campeonato muy bueno, unos playoffs espectaculares y a un nivel altísimo”.
RDLF: “Seguramente fue la vez que peor nos lo hicieron pasar. Los dos primeros partidos fueron muy igualados y conseguimos ganarlos, pero en Madrid ellos fueron muy superiores. Tuvimos muchas dificultades y había muchas dudas de lo que podía pasar en ese quinto partido. El Palau nos echó una gran mano, jugamos mejor, ganamos y nos llevamos el título”.
Dos Juegos Olímpicos juntos
CJ: “En Sídney 2000 vivimos la experiencia de unos Juegos, que para casi todos los que estábamos allí era algo nuevo. España volvió a estar presente por clasificación propia, deportiva, lo cual también tenía mucho mérito. A nivel competitivo, no estuvimos a la altura. Sólo ganamos a Angola y a China en el último partido.
En Atenas 2004 hicimos una primera fase muy buena, ganando a equipos importantes como Argentina o Serbia. Íbamos con muy buenas sensaciones, éramos un muy buen grupo, competidor, que representaba una buena opción de medalla para España. Pasamos primeros de grupo y, lamentablemente, Estados Unidos fue cuarto del suyo. Tuvieron una primera fase con muy poco acierto, no muy buena actitud en los partidos, muchos problemas atacando contra zona… Nosotros apostamos por ese recurso defensivo y aquel día empezaron a meter. Marbury hizo un partidazo y nos descolocó”.
El descenso con el Estu en 2012
CJ: “Prácticamente nuestros últimos partidos fueron casi juntos. Fue una situación muy diferente a la que estábamos acostumbrados a vivir, intentando luchar por la salvación. Buscamos soluciones para todo lo que tuvimos enfrente, pero no lo conseguimos. Es la única vez que nos ha pasado algo así, pero de todo se aprende. Intentamos aportar la experiencia que teníamos y no salieron bien las cosas”.
RDLF: “Fue un año muy duro, en el que parecía que las cosas iban saliendo y luego no. Al final, no pudimos conseguir el objetivo de salvarnos deportivamente. Quizá fue el momento más amargo de nuestras carreras para los dos”.
Uno contra uno
CJ: “Los dos éramos jugadores intensos y competidores. Eran emparejamientos complicados, que siempre te suponían un buen gasto de energía y esfuerzo. Éramos jugadores físicos y muy parecidos: reboteadores, con tiro abierto… Siempre estábamos poniéndonos problemas el uno al otro”.
RDLF: “Carlos destacaba en muchos aspectos del juego. Más que por su anotación, por sus intangibles. Cuando analizabas su juego, te dabas cuenta de lo que generaba para los demás: bloqueos ciegos, cortes a través de sus pases… No se veía reflejado en la estadística, pero eso estaba permitiendo a su equipo ir por delante en el marcador. Intentabas evitar eso, además de su aportación en rebote y defensa”.
Oh capitán mi capitán
CJ: “Siempre es una gran responsabilidad y un gran orgullo ser capitán tanto en tu club como en la selección. Quiere decir que estás en un grupo con el cual te sientes identificado y en el que estás dando un buen rendimiento. Por eso se te está dando la oportunidad de formar parte de él. Intentas estar a la altura de las circunstancias”.
RDLF: “A mí me gustaba escuchar a los compañeros mayores que yo y aprender de ellos. En mis primeros años, coincidí con jugadores como Andrés Jiménez, Roger Esteller, Quique Andreu, Xavi Fernández, Rafa Jofresa, Djordjevic… Tenían una cantidad de experiencias, partidos y luchas que me sirvieron para progresar y para que luego, con eso más mi experiencia, pudiese ayudar a jugadores más jóvenes”.
Barça-Unicaja copero
CJ: “Los dos equipos tenemos buenas plantillas. Afrontas una competición que te da la opción de ganar un título en tres días, que puede condicionar hasta cierto punto la temporada y las dinámicas. Te olvidas un poco de si llegas en buen o mal momento y te intentas preparar lo mejor posible”.
RDLF: “Nos enfrentamos a un equipo en un gran momento de juego. Quizá Unicaja llega más en forma, hemos visto cómo ha sido capaz de derrotar al actual campeón y líder de la ACB. Tenemos que afrontar esta Copa de la mejor manera posible, siendo constantes en nuestro esfuerzo. Nuestro objetivo va a ser dejarnos la piel y, a pesar de que no podamos contar con nuestro mejor ritmo físico, creo que tenemos un gran talento. Hay que ir a por todas y centrarnos única y exclusivamente en este primer partido. Mostrar carácter”.
Ante todo, amistad
CJ: “Las circunstancias nos han llevado a tener vidas paralelas desde pequeños. Los dos somos conscientes y en el momento en que nos vemos lo apreciamos. Hemos sido rivales y compañeros y, después de tantos años, es algo agradable seguir viéndonos el uno al otro y compartir conversaciones y comentarios”.
RDLF: “Para mí, ha sido un placer poder compartir todo este tiempo y años con Carlos: coincidir con él, ser rivales y a la vez haber defendido los mismos colores juntos, haber podido luchar para ganar”.