Independencia y baloncesto: posible mudanza de la ACB y ¿un Barça fijo en la Euroliga?
EL ESPAÑOL intenta vislumbrar el escenario que podría producirse en las dos competiciones de clubes más importantes para nuestro deporte de la canasta si Cataluña fuese independiente. ¿En cuál existe más preocupación?
14 octubre, 2017 00:27Noticias relacionadas
- La Liga Catalana pone su final Barça-Andorra el mismo día de un España-Eslovenia
- Luka Doncic mete quinta en un Madrid otra vez irregular hasta el último cuarto
- El "No al racismo" de la Champions en versión Euroliga: #NOTinmyhouse
- La gran mentira de la importancia de los jugadores españoles en la Euroliga
- Luka Doncic: "Igual no es mi última temporada en el Real Madrid"
- Fabien Causeur y Anthony Randolph masacran al Zaragoza en el último cuarto
- Anthony Randolph se pone serio y el Madrid mejora en Bilbao
Toda España vive pendiente de lo que ocurre estos días en Cataluña. Más después de la confusión que generó la declaración e inmediata suspensión de la independencia por parte del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, este martes. El deporte no es ajeno a la problemática. Y menos un baloncesto nacional en el que la ACB y la Euroliga, los dos grandes pilares de la competición a nivel de clubes, tienen su sede principal en Barcelona. ¿Hay que preocuparse?
Según ha podido saber EL ESPAÑOL, la situación es menos grave de lo que podría parecer desde fuera. Fuentes de la ACB informan de que su oficina central, situada en la Calle Iradier barcelonesa desde que fue fundada (1983), “funciona con total normalidad”, pese a la preocupación existente. Además, en el caso de que Cataluña se independizase, se cuenta con otra sede en Madrid (Palacio de los Deportes) totalmente operativa. La transición sería sencilla en cuanto al cambio de sede social y podría efectuarse sin mayor inconveniente.
¿Cómo se debería aprobar ese traslado? O bien desde la presidencia de la ACB o bien desde su Asamblea General. Dado que el actual máximo representante liguero, Francisco Roca, está a un mes de abandonar el cargo, la decisión correspondería a los clubes. Además, la liga quiere dejar bien claro que una hipotética independencia no frenaría en ningún caso el proceso de elección del nuevo presidente: “No está atado a la silla en Barcelona, trabaja en toda la geografía nacional”.
Los 18 equipos, de momento, tampoco se han posicionado al respecto de la cuestión catalana. Hay una Asamblea General prevista para el próximo lunes 16, que finalmente se celebrará en Madrid y no en Barcelona, como estaba previsto. No parece que ningún club vaya a poner sobre la mesa la cuestión catalana (no contemplada en el orden del día), aunque cualquiera de ellos podría hacerlo si así lo considerase oportuno.
Por ahora, la “funcionalidad completa” de la oficina de Barcelona (se trabajó con normalidad durante la jornada de huelga general en Cataluña del pasado 3 de octubre) impera frente a todo lo demás, con la cautela dominando una situación lejana a cualquier tipo de alarma.
En cuanto a lo que ocurriría con los equipos catalanes del torneo (Barça y Joventut de Badalona), la Ley del Deporte dictaría sentencia. La legislación afirma que las competiciones deportivas de nuestro país las disputan los equipos españoles y de Andorra. Por tanto, la decisión, en caso de que Cataluña fuese independiente, la abordaría “el Estado a nivel nacional”, teniendo en cuenta aspectos como la temporalidad (¿qué pasaría si la independencia se diera a mitad de temporada?).
Mientras España no reconozca la independencia, los equipos catalanes seguirán considerándose españoles. Si la ACB tuviese que pronunciarse de alguna forma a este respecto, lo haría a través de su Asamblea General, que tendría que estudiar en detalle las variables del asunto. Aun así, la Ley del Deporte no perdería su papel preponderante.
¿Qué ocurre en el caso de la Euroliga, con sus negocios en Luxemburgo y su sede principal muy cerca de la Calle Iradier (Quatre Camins)? Que se viven los acontecimientos con menos inquietud que en la ACB. De hecho, su presidente, Jordi Bertomeu, ya dejó claro esta semana que salir de Barcelona “no se plantea ni se va a plantear en el futuro”.
Días antes, un portavoz de la liga europea ya expuso su postura oficial a nuestro diario: “Somos una organización privada basada en los clubes y no en los países a los que representan, algo totalmente secundario para nosotros”. Esto significa que, pase lo que pase en Cataluña, el Barça no dejaría de ser uno de los clubes fijos de la Euroliga (licencia A).
Si hubiera independencia, esta “no afectaría a su participación”. Se aludió al ejemplo de Andorra, que “ya está en Eurocup (segunda competición continental) vía ACB y es un país independiente”. En la Euroliga, se evalúan, sobre todo, “la competitividad y los proyectos sólidos”. Con esas condiciones, no hay ningún inconveniente para que cualquier equipo, sea del país que sea, la dispute.
EL ESPAÑOL también intentó conocer qué consecuencias tendría una posible independencia catalana para la Federación Española de Baloncesto (FEB). Sin embargo, desde el organismo prefieren esperar acontecimientos y no hacer declaraciones. Según se justificó, introducirse en cuestiones políticas es algo “que desaconseja la prudencia y la responsabilidad institucional que tiene una federación”, al gestionar “un bien público”.