La selección española de baloncesto dio este jueves en Liubliana un paso más en su camino hacia el Mundial de China 2019 al sumar su quinto triunfo en la pista de la vigente campeona de Europa, Eslovenia, a la que dejó tocada en sus aspiraciones tras desactivar su juego con un baloncesto práctico y efectivo (72-83).
Ante un rival mermado por las ausencias de sus principales estrellas en el último Eurobasket -Luka Doncic, Anthony Randolph, Goran Dragic y Gasper Vidmar-, los españoles consolidaron el liderato en su grupo a la espera de completar una clasificación perfecta si el domingo superan a Bielorrusia en Málaga en el último choque de la primera fase.
Los visitantes dominaron el choque de principio a fin. Todos los jugadores disfrutaron de minutos y aportaron el día en el que Alberto Abalde y Alberto Díaz debutaron en un partido oficial con la selección.
Bajo la batuta de Quino Colom, los hombres de Sergio Scariolo tomaron desde el principio las riendas del partido, atacando con criterio la zona eslovena, dominando bajo aros, imprimiendo velocidad a sus ataques y sin acusar las rotaciones.
El base del Unics Kazán, con nueve puntos en los primeros diez minutos, y Juancho Hernangómez, con siete y tres rebotes, fueron los más destacados en un serio primer cuarto del equipo español, que solo sufrió por el acierto de Cancar y Blazic (20-26, min 10).
En el comienzo del segundo acto, las defensas bajaron la producción ofensiva. España se atascó algo en ataque durante unos minutos, hasta que una técnica y una antideportiva contra los eslovenos permitieron alcanzar una máxima ventaja de diez puntos.
Oriol Paulí aportaba canastas y rebotes en los mejores momentos de un equipo cuyo único lunar era su bajo porcentaje desde el tiro libre (8/16 al descanso) y que se fue a los vestuarios ocho arriba (37-45). Aunque su mejor puesta en escena inicial disparó aún más las esperanzas españolas, un arreón esloveno a base de defensa y canastas fáciles logró meter el miedo en el cuerpo a los visitantes (45-49, min 25).
España no se dejó amilanar. Su respuesta fue inmediata y le bastaron tres minutos para colocarse quince arriba tras un 11-0 de parcial en el tramo final de un tercer cuarto que, pese a la reacción local, dejó el partido encarrilado (50-60).
Nada cambió en los últimos diez minutos, en los que los visitantes siguieron cumpliendo su hoja de ruta. Sebas Sáiz, que acabó con diez puntos y once rebotes, dominaba bajo aros y una canasta suya dejó el choque visto para sentencia a cinco minutos de la conclusión (55-73).
La brecha llegó a ser de veinte puntos y España se llevó el partido con más comodidad de la prevista tras dominar a su oponente en todos los cuartos. El domingo, Bielorrusia espera en Málaga para cerrar una primera fase perfecta que despeja el camino de los hombres de Sergio Scariolo hacia el Mundial.