España ha debutado en su Mundial con un importante triunfo, dominando de principio a fin a Japón y apoyándose en una excepcional defensa, férrea especialmente durante los 20 primeros minutos.
La Selección rompió los esquemas de su rival desde el minuto uno. Después de tres partidos amistosos de preparación en los que las niponas habían exhibido su velocidad, la facilidad de penetración y el gatillo fácil con los triples, se vieron privadas de golpe de todas sus armas.
El trabajo estajanovista en defensa de las españolas negó el triple y las penetraciones al rival al tiempo que le obligó a ralentizar su juego. Un guión para el que no estaban preparadas las orientales.
Pese a que el seleccionador español, Lucas Mondelo, había advertido de que habría momentos, sobre todo al principio del partido, en que tocaría sufrir, lo cierto es que salvo un 6-3 en los tres primeros minutos, el equipo español llevó el dominio en el marcador en todo momento, las riendas del partido con firmeza y sin dejar el menor resquicio.
Japón solo anotó un triple en la primera mitad
Baste decir que en el primer cuarto Japón sólo pudo lanzar desde la línea de 6,75 metros en tres ocasiones y sin acierto y que al final de la primera mitad su bagaje era de 1 de 9. El único triple lo anotó Mika Fujitaka en el minuto 15 y fue inmediatamente contrarrestado por otro de la capitana Laia Palau.
Y si en defensa el equipo español fue de diez, en ataque no faltaron los puntos. Primero Astou Ndour, con dos rebotes poderosos en ataque, y después Marta Xargay con un trabajo impecable atrás y adelante y Laura Nicholls fajándose, como siempre.
Además de negar el triple a las japonesas también propiciaron que tuvieran hasta 13 pérdidas de balón. Así que no fue de extrañar que el primer cuarto acabara con un claro 10-20 y el segundo con un 21-39 más que prometedor de cara a la victoria.
Con cambios en defensa o pasando el bloqueo, siempre con tensión y dureza, las españolas negaron la circulación de balón de Japón, que poco a poco se fue desquiciando ante la nula posibilidad de jugar de otra manera.
España mantuvo la calma pese a que Japón salió con fuerza tras el descanso
Tras el paso por vestuarios, las japonesas consiguieron un parcial de 5-0 en los dos primeros minutos, fruto de un triple y de una contra. Su juego. La selección no se alteró demasiado. Siguió confiando en el trabajo, en el esfuerzo, en el tesón, en la paciencia, en cortar las líneas de pase y en la ayuda a la compañera atrás. Japón estrechó el margen de la ventaja (37-49, 25'), pero una canasta de Laura Gil, un triple de Alba Torrens y otros dos puntos de Xargay volvieron a poner tranquilidad entre las españolas y en el marcador, 40-58 (28').
Aunque al final del tercer acto el marcador fue de 48-61, merced a 3 de 4 triples nipones en ese tiempo y al parcial de 27-22 conseguido, prueba de que la defensa española bajó un tanto su nivel de efectividad.
España mantuvo el resultado a pesar de las rotaciones
Con 13 puntos de ventaja y diez minutos por delante el equipo español mantuvo su apuesta, consciente del desgaste y de que las rotaciones tenían que mantener el nivel de presión.
Japón echó el resto pero la selección no volvió la cara, al contrario, devolvió los golpes uno por uno y también los triples para acabar venciendo por 70-84.
Una victoria de prestigio por las formas y que fortalece las opciones de España de cara al objetivo de ser primera de grupo y evitarse un cruce de octavos de final.