El Barcelona se estrenó en la Liga Endesa con un triunfo contundente (98-78) contra el Gran Canaria en el Palau Blaugrana, con la buena noticia del rendimiento de sus fichajes y del regreso de Pau Ribas, aunque con una 'pájara' tras el descanso que le llevó a reducir su ventaja de 21 puntos a cuatro.
Pese a la gran reacción visitante, los locales sacaron su baloncesto más serio en los últimos minutos y recuperaron el dominio con velocidad: Heurtel y Blazic fueron claves en este acto definitivo. Tomic acabó como el máximo anotador del choque.
En el primer cuarto, el Barça se escapó por su acierto en triples y dos robos de balón seguidos. Del 13-9 tras un tiro desde los 6,75 de Singleton se pasó al 17-9 (min.6) que obligó a Maldonado a pedir tiempo muerto. La inspiración azulgrana, sin embargo, no se agotó.
El cuadro canario reaccionó con un 0-4 y firmó minutos de mayor solidez, hasta que apareció Ribas: alteró la pizarra del técnico rival con dos triples seguidos (27-15, min.9). La diferencia de doce puntos se mantuvo al término del periodo (29-17).
En el segundo acto, Oriola, Rabaseda y Heurtel alargaron el festival de triples: la distancia subía a 15 puntos. El colchón empezaba a ser notable y el Gran Canaria, con una anotación muy repartida, no encontraba la fórmula para sobreponerse a los azulgranas.
El Barcelona demostró que su repertorio es más que tiro exterior y rompió el partido con todos sus recursos: Claver, Tomic y Singleton se adueñaron de la pintura y pusieron al Barcelona 21 arriba (47-26, min.18). El Gran Canaria recortó antes del descanso (49-32).
Poco cambiaría el guión en la reanudación. El anfitrión vivía de rentas mientras que el cuadro visitante se apoyaba en Báez, Evans y Hannah para escalar en el luminoso. Sin embargo, paulatinamente, la intensidad de los de Maldonado fue desplazando al Barça.
En el minuto 26, la diferencia ya bajó de la decena (63-54) y en el 28 el marcador ya lucía un 65-61: un parcial de 2-18 que tiraba por los suelos el trabajo previo de los de Pesic. Todo estaba abierto para el último cuarto en el Palau (71-63).
Los visitantes seguían vivos, aunque el Barcelona se cuidó de sufrir otra 'pájara'. En los cinco primeros minutos del último cuarto, el equipo catalán volvió a mandar de 17 (84-67). El ímpetu del conjunto canario se desvanecía y, aunque volvió, no hubo margen para sorpresas.