El reserva Gordon Hayward aportó 30 puntos para los Boston Celtics, que vencieron a domicilio 109-118 a Minnesota Timberwolves. El alero volvió a guiar a los suyos a un nuevo triunfo, siendo la pieza clave de su equipo y asumiendo los galones para asombrar a los hinchas de la NBA con su particular recital. Finalmente, la diferencia fue de nueve puntos para llevarse la victoria de la cancha de los Timberwolves.

Hayward ante Minnesota REUTERS

En su mejor partido desde que llegó a Boston, Hayward se fue hasta los 30 puntos, nueve rebotes, ocho asistencias y dos robos de balón saliendo desde el banquillo. 

Su actuación le coloca a la altura de una leyenda de Boston: Kevin MacHale, autor del último partido en el que un jugador de Boston lograba 30 puntos, cinco rebotes y cinco asistencias siendo suplente. Y lo consiguió en 1990, por lo que han tenido que pasar 28 años para ver algo igual. 

Los Celtics (13-10) con tres victorias seguidas se mantienen terceros en la División Atlántico. Kyrie Irving logró 21 puntos y nueve asistencias, y el dominicano Al Horford, estuvo con 15 tantos en 32 minutos de juego. Precisamente Irving le había dado un toque de atención a Hayward, ya que estimaba que su rendimiento estaba muy por debajo del nivel que podía dar.

La respuesta de Gordon Hayward sobre la cancha no se iba a hacer esperar, y los 30 puntos anotados durante el partido iban a servir para su reivindicación personal, demostrando que puede ser importante para su equipo. A su vez, también ha servido para reducir el nivel de críticas, pues su figura empezaba a verse muy discutida en Boston, y necesitaba una actuación así para aliviar tensiones. Por su parte, Horford anotó 7 de 11 tiros de campo, incluido 1 de 4 triples, logró tres rebotes y entregó dos asistencias.

Dolorosa derrota ante su afición

Los Timberwolves (11-12), penúltimos en la División Noroeste, tuvieron como su mejor anotador al reserva Derrick Rose con 26 puntos. El dominicano Karl Anthony Towns sumó 20 puntos en 38 minutos de juego al anotar 6 de 15 tiros de campo, 2 de 6 triples, 6 de 6 desde la línea de personal, logró nueve rebotes y dio una asistencia. Por tanto, no fue la mejor noche para Minnesota, que no le quedó otro remedio que ver como los Celtics asaltaban su cancha para lograr una importante victoria a domicilio.

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