El Herbalife Gran Canaria, un equipo totalmente diferente de la mano de Pedro Martínez, con intensidad defensiva y gran efectividad en ataque, logró un triunfo de prestigio ante Olympiacos El Pireo (90-67), incapaz de hacer frente a la exhibición de los isleños. [Narración y estadísticas: Gran Canaria 90-67 Olympiacos]
El conjunto grancanario tuvo un comienzo fulgurante, con tres triples consecutivos de Rabaseda y dos del exjugador de Olympiacos DJ Strawberry, con lo que el técnico norteamericano David Blatt no tardó en pedir su primer tiempo muerto.
Herbalife siguió dominando el choque con comodidad, aprovechando la garra y puntos de Jacob Wiley, aunque el equipo heleno, pese a la sensible ausencia de su base Vassilis Spanoulis por lesión, fue recomponiéndose a medida que pasaban los minutos y concluyó con solo tres puntos abajo (19-16) el primer parcial.
El técnico del conjunto isleño repartía los minutos entre sus jugadores para intentar que lleguen con la mayor frescura posible al importante compromiso liguero del domingo en Andorra, aunque eso no era óbice para que su equipo siguiese controlando el choque sin demasiados problemas en el ecuador de este periodo (28-18).
Gran Canaria, sin el concurso de un Cory Jefferson que apunta a convertirse en un refuerzo frustrado, se aplicó con intensidad en defensa y siguió viendo aro con facilidad, con lo que se fue al descanso con una buena renta (40-30), aunque a diferencia de su adversario, ya no se juega nada en esta competición.
El comienzo de la segunda mitad fue un calco del inicio del primer cuarto, con tres triples consecutivos de los locales, en este caso por medio del formidable tirador sueco Eriksson, con lo que el Gran Canaria se fue de 19 (49-30) y Blatt pidió de nuevo un tiempo muerto.
Un acierto triple de Toupane, por entonces el jugador más entonado de Olympiacos, cortó la mala racha visitante, aunque Eriksson volvió a restablecer la diferencia, con otro lanzamiento anotado de tres, su cuarto seguido.
Gran Canaria se iba de 20 después de que Tillie recogiese el rebote un tiro errado por el sueco, y Blatt se impacientaba por la inoperancia de sus jugadores y estallaba tras una falta en ataque señalada a Toupane.
Los locales, que luchaban como si les fuese la vida en el intento, para satisfacción de sus aficionados, que festejaron especialmente un espectacular mate de Wiley, que situaba el 60-41, y ovacionaron a Eriksson cuando su técnico le dio descanso a falta de 2.41.
Dos canastas consecutivas de un muy motivado Paulí, la última de ellas sobre la bocina, hicieron que Herbalife terminase el cuarto con 69-46 y recibiera el reconocimiento en forma de numerosos aplausos de sus seguidores.
Olympiacos tuvo una tímida reacción en los primeros compases del último cuarto, con un parcial de 0-5, pero el 69-51 fue un espejismo, ya que los insulares siguieron a lo suyo, y rebasaron el ecuador del periodo con el choque ganado (77-54).
Gran Canaria se gustaba y deleitaba a su hinchada, y acababa despidiéndose de la presente Euroliga en su feudo -aún le restan dos partidos fuera de casa- con un amplio triunfo, inesperado antes del choque a tenor del potencial de ambos conjuntos, en un Gran Canaria Arena convertido en una fiesta.