Puerto Rico 63-73 España: La 'Gasolina' de España somete a una combativa Puerto Rico

Alejandro López

España se lleva el segundo partido del Mundial tras 40 minutos de sufrimiento (63-73). Los de Scariolo se contagiaron por momentos de la anarquía puertorriqueña hasta que Marc cogió los mandos. [Narración y estadísticas: Puerto Rico 63-73 España].

Con una grada repleta de afición puertorriqueña, arrancaba la Selección un choque se iba a complicar en su inicio. El equipo boricua no conoció la vergüenza en el ataque durante los primeros minutos del choque. Eran conscientes de que la única posibilidad que tenían de hacer daño al equipo de Scariolo pasaba por correr sin mirar atrás.

Se repite un mal inicio

Ritmo frenético el que imponía, ataque tras ataque, el combinado de Casiano. Aderezada siempre con triples imposibles, Puerto Rico se ponía a liderar el partido desde el perímetro y sin pensar más allá.

21-17 acabó el primer periodo y si a esto sumamos el 1/11 en triples que la Selección firmaba al comienzo del segundo periodo, España iba a tener que remar para dominar el partido como sucedió ante Túnez.

Colom cambia las tornas

A falta de 6 minutos para que el partido llegara al descanso, Scariolo leía de maravilla lo que el equipo necesitaba. Colom al puesto de base y Llull al de escolta. Quino cogía la batuta que tantas veces levantó en las ventanas y, como hiciera Ribas ante Túnez, decía aquí estoy yo en la rotación. El base de Valencia daba la vuelta al luminoso la Selección y empezaba a encaminar el partido con un parcial de 8-0.

Pero España no podía cantar victoria tan pronto. Browne se encargaba de mantener a Puerto Rico en el partido con una dirección arrítmica y anárquica, que generaba un desconcierto desesperante a los de Scariolo. El partido se marchaba al descanso con una pérdida de España que desesperaba más aún si cabe al seleccionador nacional.

Pura desesperación para Scariolo

Sergio Scariolo EFE

35-36 lucía el marcador al comienzo de un tercer periodo que contra Túnez fue decisivo. Esta situación estaba en la cabeza del equipo español y el que más presente lo tenía era Marc Gasol.

El mejor jugador español de esta Selección se ponía a los mandos del navío de Scariolo para decantar el choque. Acertado en ataque y contundente en defensa, el pívot de los Raptors mostraba el camino a seguir para los Ricky y compañía. Pero la calmaba no iba a llegar todavía.

La locura volvía a la defensa y ataque de España que se contagiaba una vez más del estilo boricua. Fue entonces cuando llegó la primera gran bronca de Scariolo. El técnico soltaba todo tipo de improperios para dejar claro que los sistemas se mandan para algo.

Llull y Marc, sacan pecho

Sergio Llull contra Puerto Rico.jpg EFE

El baloncesto dio la razón, como era de esperar, a Scariolo. Con paciencia y buena letra España producía en ataque y Marc volvía a aparecer, junto a Llull que anotaba seis puntos seguidos, para poner diez costosos puntos de ventaja.

Con 45-57 se entró en un último periodo que iba a ser más competido que contra Túnez. El equipo puertorriqueño no se rendía y, con el cuchillo entre los dientes, peleaba cada balón como si fuera el último.

El triunfo se vende caro

Marc Gasol mantenía a raya una y otra vez a los de Casiano que no lograban recortar la diferencia a menos de diez puntos. Esos mismos diez puntos que tanto costaron a España poner de ventaja. Clavell, conocido en España por su aportación anotadora en el Estudiantes, seguía manteniendo con vida a Puerto Rico y el pabellón comenzaba a presionar para que la distancia siguiera reduciéndose.

Con el 4/29 en triples antes de los últimos dos minutos llegaba la Selección a jugarse el triunfo. Scariolo decía una y otra vez que el balón tenía que pasar si o si por las manos de Ricky Rubio y de Marc Gasol. El equipo obedecía y volvía a agruparse para, ahora sí, poner la puntilla final.

Triunfo sufrido, sudado y de mérito de una España que ya huele la segunda ronda. Marc, como digno heredero de su hermano, dirigió al equipo cuando este más lo necesitaba para llevarse la victoria.