Sergio Rodríguez, Cabezas y Calderón. Rudy, Berni, Navarro, Jiménez y Mumbrú. Felipe Reyes, Garbajosa, Marc y Pau Gasol. Estos fueron los doce nombres que conquistaron en 2006 el oro mundialista en Japón. Trece años después, también en Asia y sin que Estados Unidos tenga ya opción a medalla, España tiene en su mano repetir la historia.
De Japón a China
Asia fue el continente elegido para disputar el Mundial de 2019, en China concretamente. También en Asia, pero en Japón, se celebraba en 2006 el Mundial más especial para el baloncesto español. El combinado nacional se plantaba en la cita mundialista con una selección más que potente y con un tótem evidente: Pau Gasol. Sin embargo, el equipo dirigido por Pepu Hernández llegaba a este torneo sin ser el oro el principal objetivo. O eso se creía en un principio.
Estados Unidos y Grecia, por su parte, eran dos de los claros favoritos a alzar el metal más valioso, al igual que en el Mundial que hoy nos ocupa, pero las cosas no se iban a dar como mandaba la lógica. Según avanzaba el torneo, la selección de Pepu iba cogiendo mejores sensaciones y se plantaba en los octavos de final, en el 2006 la segunda fase de grupos no existía, invicta.
España dejaba atrás en el camino a la final a Serbia y Montenegro, Lituania y Argentina para verse las caras en la final contra Grecia. La selección helena daba la campanada en semifinales y eliminaba, contra todo pronóstico, a una selección estadounidense plagada de estrellas emergentes.
Batacazo de EEUU
LeBron James, Carmelo Anthony, Wade, Chris Paul... algunos de los nombres que han dominado la NBA en los últimos años se llevaban un varapalo que jamás olvidarán al caer en semifinales del Mundial ante Grecia. 'Sofo' hacía un destrozo en la pintura estadounidense y eliminaba al equipo americano.
Aunque aquella selección estadounidense del 2006 era, en comparación, mejor que la que ha caído en 2019, las verdaderas estrellas del momento tampoco fueron al Mundial. Kobe Bryant, Iverson, Garnett, O'Neil, Vince Carter o McGrady no acudieron a Japón y, por tanto, el combinado estadounidense no llevó a la mejor selección posible.
En China ha sido la Francia de Gobert y compañía la que ha truncado el sueño de oro de la selección de EEUU dirigida por Popovich. Con nombres NBA, pero sin las grandes estrellas, el combinado norteamericano ha confirmado los malos presagios que ya había mostrado ante Australia en la preparación y ante Turquía en la primera fase.
La historia y los Gasol
Volviendo a España, la Selección de 2006 llegaba en un buen momento pero el oro parecía quedar muy lejos viendo a selecciones como Lituania, Grecia o la ya citada Estados Unidos. Hecho muy similar al vivido en la previa de este Mundial. Aquella selección bailaba al son de Pau Gasol y se desmelenaba con la anotación de Navarro. Hoy es su hermano Marc y Ricky Rubio los encargados de hacer danzar a todo el equipo español.
De aquel equipo de 2006 solo Marc y Rudy se mantienen trece años después en el equipo, pero hay muchas similitudes en cuanto a roles. Carlos Jiménez y Garbajosa se hacían dueños y señores de un puesto en el quinteto y la intensidad defensiva era una de las señas de identidad de aquel equipo como lo es de este.
Con Pau Gasol llorando en el banquillo. Lágrimas de impotencia que, tras lesionarse en semifinales contra Argentina, no paraban de brotar en la cara del mejor jugador español de todos los tiempos. Con un equipo unido y sin fisuras España destrozaba a Grecia.
En Saitama, la Selección alcanzaba el puesto más alto del podio y obtenía un oro mundial que iba a poner los cimientos de una serie de éxitos que aún duran hasta el día de hoy. En China, y si la Selección se impone a Australia en semifinales, España tendrá una nueva ocasión para hacer algo legendario y ganar por segunda vez el oro mundial. La historia es cíclica, o eso dicen los expertos.
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