Como si de un director de orquesta se tratase, Sergio Scariolo (Brescia, Italia, 1 de abril de 1969) es un parte imprescindible del éxito de este grupo. Siete años, en dos etapas distintas, acumula el técnico italiano entrenando a la Selección y siete son también las medallas que se ha colgado al cuello. Scariolo es 'El Profesor' de este grupo acostumbrado a conquistar todo botín a su alcance.
Hay algo que desde 2006 se ha ganado la selección española a pulso y eso es el respeto. Éxitos, buen baloncesto y dedicación han sido las claves para que este reconocimiento llegase. Hay un nombre propio en el banquillo que, desde 2009 cuando cogió el cargo por primera vez, se ha encargado de llevarlo a su máxima expresión. Ese hombre es Sergio Scariolo.
Cuando la gomina más famosa del baloncesto FIBA se alzaba con los mandos de este gran buque, la exigencia era máxima. Pepu Hernández y Aíto García Reneses habían hecho soñar con que, de la mano de Pau Gasol, todo éxito era posible. Lo que se vio en 2006, 2007 y 2008 lo confirmó Scariolo después.
Siete años ha entrenado el técnico de Brescia a la Selección. En su primera etapa, de 2009 a 2012, los éxitos del combinado español fueron inolvidables. Dos oro europeos y una plata olímpica fueron los triunfos que España consiguió antes de que Sergio decidiera dejarlo para empezar una nueva etapa. Pero el tiempo que se dio esta pareja condenada a disfrutar juntos no fue mucho.
El esperado regreso
En 2015, tras pasar Scariolo por el banquillo de Baskonia nuevamente, la Selección volvía a unir su camino, y sus posteriores éxitos, al del entrenador italiano. Sergio volvía con tres pilares inquebrantables: táctica, gestión y dedicación.
Con un grupo marcado por la calidad extrema de sus principales estrellas, Scariolo tenía en su mano una difícil misión: el equipo debía volver a ser una familia. Y Sergio lo consiguió. Con una gestión grupal sensacional desde el minuto uno, aprovechando cada una de las virtudes de los jugadores elegidos. Gestionando de manera sobresaliente el caso 'Mirotic - Ibaka' y aportando una calidad táctica al grupo que había flaqueado en la etapa de Orenga, Scariolo recuperaba la ilusión de la Selección.
Oro en el Eurobasket de 2015, bronce en los JJ.OO de Río 2016 y bronce en el Eurobasket de 2017 fueron los éxitos que precedieron al oro mundial logrado ante Argentina. En estos tres años de trofeos, España ha sufrido un cambio generacional tan sutil que apenas se ha notado, y eso también es culpa del seleccionador.
La NBA y las dudas
En resumidas cuentas, esta orquesta que lleva deleitando a todos desde hace más de una década sigue sonando de excelente manera gracias a su director. Un Scariolo que además ha cruzado el charco y ha triunfado también como técnico asistente en los Toronto Raptors.
Sergio aceptó unirse a Nick Nurse, entrenador principal, y probar suerte como ayudante en la NBA. El resultado no ha podido ser mejor, ya que Scariolo ha ganado el anillo en junio y suma ahora, tres meses después, la Copa del Mundo con España.
La decisión de Scariolo de firmar por los Raptors creó dudas tanto en la FEB como en los miembros de la Selección. Las famosas 'Ventanas FIBA' cambiaban por completo el método de clasificación para el Mundial, pero el italiano prometió que su dedicación e implicación con España seguiría siendo máxima. Y así lo fue.
La Selección pasó con nota la difícil fase de clasificación sin sus mejores jugadores. A pesar de la ausencias de las estrellas que disputan la NBA y la Euroliga, Scariolo logró unir a un grupo nuevo de secundarios de lujo y algunos de ellos, como Quino Colom, Xavi Rabaseda y Javier Beirán, recibieron el premio de ser elegidos entre los 12 que viajaron hasta China para disputar el Mundial y, cosas de la vida, después colgarse el oro.
Scariolo recogió una España deprimida tras el varapalo del Mundial 2014. La Selección fracasó en casa perdiendo en cuartos de final ante Francia. Orenga dimitió después y Sergio era el anhelado por todos. Volvió y el resto ya forma parte de la historia del baloncesto nacional.
El sello de Scariolo
El Mundial logrado por España en China tiene la marca personal de Scariolo. Un campeonato en el que la Selección ha ido de menos a más. Muchas dudas en la primera fase con triunfos muy trabajados ante equipos menores como Túnez, Irán y Puerto Rico y un paso adelante en la segunda con una victoria clave ante Italia y una paliza por sorpresa a Serbia, una de las grandes favoritas.
Ese encuentro ante la selección dirigida por Djordjevic fue el punto de inflexión. España se fue por el lado bueno del cuadro y evitó a EE. UU., Francia o Argentina, con quien se cruzó en la final. En los cuartos ante Polonia no dio opción a la sorpresa y Scariolo dio un clínic de dirección y gestión en la eterna semifinal contra Australia.
Tan culpable fue el entrenador como Marc Gasol de ese trabajada victoria para la historia de los Mundiales y, especialmente, del baloncesto español. Un partido para el recuerdo en el que no le tembló la mano en las decisiones y mantuvo emocionalmente al equipo en todo momento a pesar de las rentas de las que gozó el combinado aussie.
La final contra Argentina fue como la de 2006 ante Grecia. España dominó de principio a fin y Scariolo dio el primer golpe con un quinteto en el que apostó por Oriola. El jugador del Barcelona respondió al igual que lo hizo la segunda unidad con Willy Hernangómez, Pau Ribas y Víctor Claver. Ahí empezó la Selección a romper el encuentro y a gestionar una renta que ya no perdería.
España es campeona del mundo por segunda vez y lo ha hecho bajo la batuta de aquel joven entrenador que llegó a Baskonia en 1997 vistiendo de Armani, y que siempre llevaba el mismo reloj de oro a modo de amuleto. Ahora, 22 años después, Scariolo y su gomina inconfundible tienen un anillo de la NBA y una medalla de oro mundialista en un 2019 de ensueño que el italiano jamás olvidará.
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