Parece mentira que esto pase en el siglo XXI. El pasado viernes, el Beyssac Beaupuy Marmande, un equipo de la cuarta división francesa de baloncesto, se enfrentaba al Réveil de Saint-Sornin, de la división regional de Nueva Aquitania, en una eliminatoria de la Copa de Francia.
El favoritismo de los primeros era evidente debido a que militan en una división superior, pero es que el encuentro nunca se llegó a disputar. El conductor del autobús del BBM se confundió en su GPS de localidad y los llevó hasta una ciudad con el mismo nombre pero a 150 kilómetros de la que iba a acoger el encuentro.
Aunque intentaron llegar, no pudieron hacerlo a tiempo y, por ello, fueron eliminados automáticamente y el Réveil se clasificó para la siguiente ronda. El secretario del equipo local explicó en el diario regional Sud Ouest que recibieron "un mensaje del BBM media hora antes del partido, pero era muy tarde para que llegasen" porque tenían "un partido de nuestro equipo femenino a las 10 de la noche".
Por supuesto, este es el mejor resultado del Réveil en la competición en toda su historia y el próximo lunes 11 de noviembre buscarán mejorar aún más esta pintoresca historia contra el Saint-Médard Basket, equipo de la quinta división.
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