La sexta jornada de la Liga ACB no terminó con buen sabor de boca para el Barcelona. Los azulgranas sucumbieron en su visita a Zaragoza (89-83) ante un rival que volvió a dejar al descubierto las costuras del equipo de Svetislav Pesic. Una derrota que evidencia problemas en la Ciudad Condal. Obstáculos que no se solventan ni con las actuaciones estelares de estandartes como Mirotic.
Esta temporada los azulgranas han cosechado tres derrotas en 12 partidos disputados desde que arrancó la temporada el pasado 21 de septiembre. Zaragoza y Andorra, en competición doméstica, además del Real Madrid (Supercopa de España), han sido los tres equipos que han hecho que el Barça hinque rodilla esta temporada.
Todo ello llega después de un verano en el que la entidad catalana ha hecho una inversión astronómica para renovar su proyecto. Fichajes como Nikola Mirotic (Milwaukee Bucks), Malcolm Delaney (Guangdong Southern Tigers), Cory Higgins (CSKA), Álex Abrines (Oklahoma City Thunder) o Brandon Davies (Zalgiris Kaunas) aterrizaron en la Ciudad Condal para revolucionar la ACB.
A pesar de la intención, y aunque el equipo se encuentra invicto en Euroliga, las dudas no dejan de pulular por el Palau. Y es que aunque Mirotic está siendo uno de los jugadores más destacados del equipo, y el pasado domingo lo volvió a demostrar en el pabellón Príncipe Felipe, no basta. El hispano-montenegrino no está arropado por sus compañeros y su impacto sobre la pista se está viendo mermado.
El Zaragoza supo frenar a los azulgranas y hacer su partido, sobre todo hasta el descanso. El jugador Jonathan Barreiro, alero y canterano del Real Madrid, fue uno de los grandes protagonistas del partido, dando con la fórmula secreta para contener la ira anotadora de Mirotic. De hecho, en el primer cuarto, dejó al ala-pívot culé con tan solo un punto en su casillero.
La desaparición de la estrella azulgrana hasta el descanso dejó a Ante Tomic como la principal baza del Barça para mantenerse en el partido. El croata sostuvo a su equipo hasta que sus compañeros pudieron liberarse y entrar en acción. Suyo fue el mérito de evitar que los maños se marcharan en el marcador cuando llegaron a ir 15 puntos arriba en el tercer cuarto (minuto 26).
Problemas en defensa
En la segunda mitad Davies y Mirotic pudieron entrar más en juego y el hispano-montenegrino terminó el encuentro con 21 puntos y 31 de valoración. Una actuación de renombre que no fue suficiente para conseguir la victoria. Y es que los problemas defensivos dejaron al Barcelona sin posibilidades de reacción.
El partido terminó con superioridad local en el rebote (43-32), pero ya en el descanso se evidenciaba que los de Pesic no se encontraban cómodos atrás; habían acabado el segundo cuarto con un parcial general de 25-13 respecto a sus rivales. Esto permitió al Zaragoza de disponer de más oportunidades.
Los problemas defensivos son uno de los mayores quebraderos de cabeza de Pesic en el equipo. Lleva desde pretemporada intentando mejorar esta faceta, aunque la situación sigue en el mismo punto. Los azulgranas no consiguen frenar a sus rivales y los registros de anotación suelen dispararse. De hecho, el Barça solo ha dejado más de 15 puntos de diferencia en un partido contra el Alba de Berlín en Euroliga (103-84). Ocho victorias de nueve con marcadores demasiado ajustados para un plantel de su talla.
Ineficacia anotadora en el triple
En lo que respecta al ataque, tampoco fue una faceta brillante del equipo, ya que el Barcelona tan solo superó al Zaragoza en anotación durante el último cuarto (18-22); una clara muestra de todas las carencias del equipo de Pesic en el partido.
Mención aparte merece el plano anotador del conjunto azulgrana; sobre todo desde la línea de tres. Los triples fueron un problema constante para los culés durante todo el encuentro. Tan solo lograron encestar una canasta, obra de Mirotic, en 16 intentos. Un porcentaje del 6% que contrasta con el 38 que consiguió el Zaragoza (10/26).
Esto perjudicó de forma drástica el devenir del equipo en el partido, ya que los maños se marchaban en el marcador y el Barcelona se quedaba sin herramientas para contrarrestar la superioridad.
Ausencias de renombre
Este problema se unió a la carencia de bases que tiene el equipo en su plantilla. Delaney no estuvo en el encuentro; además de otra baja como la del ala-pívot Víctor Claver. Algo que se suma a la ya habitual ausencia de Heurtel, en el dique seco cinco meses tras sufrir en agosto una rotura parcial del tendón rotuliano de la rodilla izquierda.
La falta de bases obligó a Higgins a cambiar su posición natural de alero a la de director de orquesta. Una situación que hace que el Barcelona no tenga la misma claridad sin un jugador natural para estas tareas.
El base del filial azulgrana, Leandro Bolmaro, tampoco brilló desempeñándose en ese puesto, a pesar de ser su sitio natural. Contra Zaragoza demostró estar aún muy verde para el primer equipo. Necesita seguir creciendo y desarrollándose para evitar volver a perder oportunidades como la que tuvo el domingo.
Carga de minutos y rotaciones
Por si estos problemas no fueran suficientes, la gestión del partido en cuestión de recursos tampoco fue la adecuada. El Barcelona disputó todo el encuentro con solo nueve jugadores. Muchos de ellos llegaron a acumular 30 minutos de juego sobre sus piernas, lo que supuso una carga excesiva para las piezas importantes del plantel: Higgins (30:35), Mirotic (30:15), Hanga (28:07).
Además, la segunda unidad no estuvo a la altura. Los Abrines, Smits y Kuric no dieron un paso al frente (los dos últimos terminaron con -2 de valoración). Tomic fue el único, de los teóricos no titulares, que asumió galones.
El Barcelona volvió a demostrar que necesita con urgencia mejorar en defensa y arropar más a un Mirotic que está brillando con luz propia. Y es que con Niko solo no basta. A pesar de contar con el que ha sido coronado como MVP de la ACB en el mes de octubre, Pesic tiene trabajo por delante.
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