La historia de la gran promesa de los Boston Celtics no es la de un chaval que sueña desde niño con triunfar en la mejor liga de baloncesto del mundo. Tacko Fall nació a miles de kilómetros de Estados Unidos, en Dakar (Senegal). Los dieciséis primeros años de su vida transcurrieron en el país africano, pero después sus padres decidieron hacer las maletas para mudarse al gigante norteamericano.
Una infancia marcada por la pobreza y las carencias, pero con un sueño por alcanzar en el país de las oportunidades. Así llegaron Tacko, sus padres y sus ocho hermanos a Estados Unidos. Fue su hermano Mamadou N'Diaye el que fue descubierto en la capital de Senegal y por esto dieron un giro de 180 grados a la vida que conocían para tener todos un nuevo comienzo.
Como niño africano, Tacko soñaba con el fútbol y como hizo años más tarde su compatriota Sané, ser una gran estrella del balompié. Pero su destino esta encaminado a otro deporte. Su estatura le hicieron idóneo para jugar al baloncesto y fue así como comenzó a practicar y mejorar con la canasta como objetivo. Así fue descubierto en Texas, para después pasar por Ohio, Georgia y Tennessee.
De ahí a Houston, donde vivió con Ben Simmons y juntos entrenaron con Hakeem Olajuwon. 'Tacko Messi', como él se llama en los vídeos que publica desplegando sus dotes con el balón en los pies, dio inició así una carrera que culminó con su ingreso en la Universidad Central Florida Knights, gracias a ser catalogado como el jugador número 15 de su posición en todo Estados Unidos en el último año de la preparatoria.
Su impacto no solo lo dejó dentro de las canchas. Buen estudiante, con notables aptitudes en matemáticas, sorprendió al asegurar que prefería ser como Steve Jobs antes que como LeBron James: "Tu físico fallará alguna vez, pero tu conocimiento durará para siempre y te permitirá impactar a más gente por más tiempo".
Con promedio de sobresaliente, llegó a tener un GPA de 3.6 (sobre 4), habla cuatro idiomas y acabó graduándose en Ciencias de la Comunicación, aunque de niño soñó con acabar siendo ingeniero o bioquímico. También toca la guitarra e incluso ha ejercido como director de la Orquesta Pops de Boston. Pero donde puede lograr marcar una época es en el baloncesto.
Locura NBA
Con un contrato dual bajo el brazo y la oportunidad de jugar con los Boston Celtics -además de con su equipo filial de la D-League, los Maine Red Claws-, Tacko Fall comenzó a trabajar muy duro para llamar la atención de Brad Stevens. Si es que medir 2,29 metros de altura y tener una envergadura de más de 2,50 no lo hace bastante.
Sin embargo, no fue hasta el mes de octubre cuando disfrutó de sus primeros minutos en la NBA. Debut con victoria en el mágico Madison Square Garden frente a los New York Knicks, aunque no sería hasta diciembre cuando volviese a ponerse sobre la pintura frente a los Detroit Pistons en el TD Garden.
Una presencia testimonial en lo que va de temporada, pero su sola presencia levanta de sus asientos a los aficionados de los Celtics. "¡Tacko, Tacko!", corea el TD Garden. Una afición entregada al gigante de la NBA e incluso su técnico levanta los brazos para que se escuche más alto el cántico. Un primer paso para un perfil de jugador en desuso en la liga norteamericana.
Desde hace años la tendencia es que los jugadores más 'bajitos' sean los que tengan el protagonismo. Entre ellos se abre paso un Tacko Fall que ya ha conseguido con su sencillez y amplia sonrisa ganarse a los aficionados. Un gigante que es la 67 más alta desde los registros que van hasta el año 1835. Es decir, de entre más de 10.000 millones de personas.
La consecuencia de su irrupción
La cuenta atrás para el All Star de la NBA ha comenzado. Ya se han conocido las dos primeras listas oficiales con los votos de los aficionados, a falta de que se produzca una tercera tanda y la definitiva con periodistas especializados en la liga y los propios jugadores del campeonato norteamericano.
Fue en la primera lista de resultados en la que apareció por sorpresa el nombre de Tacko Fall. Y no en cualquier puesto, sino que nada más y nada menos que en la sexta posición de interiores de la Conferencia Este. ¿Por qué es una sorpresa? Menos de cinco partidos en la NBA, en los que no ha superado los seis minutos sobre la pintura en ninguno de ellos.
Pese a todo, la expectación que ha despertado el gigante de los Boston Celtics no tiene comparación con nadie en los último años. Pero todos no han estado de acuerdo con este resultado y es que hasta su propio técnico ha revelado que no le gusta "la idea". Sin embargo, también matizó sus palabras para que no diese rienda suelta a malentendidos.
"Tampoco hay que malinterpretar mis palabras. Tacko es una persona maravillosa. Ha hecho un gran trabajo desde que llegó aquí. Pero obviamente, como solo ha jugado 10 minutos en total, no debería ser sexto en las votaciones para el All Star", afirmó Brad Stevens. Su historia no ha hecho nada más que comenzar en la NBA y en los Celtics, pero la expectación e ilusión sobre su gran figura es máxima.
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